Lo que debería ser un trámite rutinario se convirtió el fin de semana en una novela de suspense. El presupuesto municipal, que ya está aprobado inicialmente con el apoyo de PSOE y CHA, parecía estar en el aire tras el enfado de los socialistas y nacionalistas con "las formas antidemocráticas" –afirman– de Santisteve. Finalmente parece que ambos se inclinarán por aprobar las cuentas de forma definitiva el próximo 26 de febrero, "por responsabilidad", en el caso de Carmelo Asensio (CHA), y por "no va a convertir a los ciudadanos en víctimas", en palabras de Carlos Pérez Anadón, portavoz del PSOE.

Ayer, en apenas doce horas, llegó incluso a haber vaivenes respecto a la postura final que adoptarían los grupos para sacar adelante o vetar las cuentas de 2018, que ascienden a 753 millones de euros. Aunque por la mañana CHA puso en duda su apoyo porque "se cambian las reglas a mitad del partido", tras la celebración del Consello Nazional y el Consello de Redolada –órganos de dirección del partido– se optó por respaldar las cuentas tanto municipales como autonómicas. "Mantendremos los votos favorables por responsabilidad y pensando en la ciudadanía", anunció el presidente de CHA, José Luis Soro.

Los aragonesistas, no obstante, se mostraron muy críticos con Santisteve, que "se queda en la soledad más absoluta" por haber "roto la confianza" y por su talante "sectario". Carmelo Asensio dio el mandato por "finiquitado" y lamentó ver a "ZEC gobernando a golpe de decreto", por una "gravísima decisión" que –dijo– sería incluso impropia del PP o de la "oscura época de Triviño". Soro también aprovechó para pedir a ZEC y Podemos que "ni intoxiquen ni tergiversen", porque la ley de Capitalidad "no obliga a dejar a la oposición fuera". Además, quiso aclarar que las sociedades municipales y las empresas autonómicas "no funcionan igual" y equipararlas "es entender muy poco".

"Control democrático"

El PSOE, por su parte, no aseguró tajantemente su apoyo a las cuentas, pero aclaró que no quiere que la medida del gobierno provoque una respuesta que pueda perjudicar a la ciudad. "Vamos a estudiar qué pasa con los presupuestos", dijo Pérez Anadón, al tiempo que añadía que su objetivo es "recuperar el máximo control democrático de la gestión municipal" porque –según recordó– la maniobra de ZEC expulsando a la oposición de las sociedades hace que los comunes puedan gestionar 70 millones de euros sin la supervisión del resto de grupos. El PSOE irá viendo qué posición adopta "conforme vaya pasando el tiempo", pero Pérez Anadón insistió en que su grupo "no va a convertir a los ciudadanos en víctimas".

Por su parte, el portavoz de ZEC, Pablo Muñoz, auguró que Zaragoza tendrá presupuesto porque "con CHA nos unen ideas fundamentales y el 90% de las decisiones las tomamos juntos". Minutos más tarde, el portavoz nacionalista le contestaba que "el 90% del programa electoral puede ser el mismo, pero hay una diferencia fundamental entre ambos: CHA respeta la democracia".

También la portavoz parlamentaria de Podemos, Maru Díaz, avivó la polémica al exigir a los grupos municipales de PSOE y CHA que "miren por el bien común de los zaragozanos y no de sus partidos", y al asegurar que "lo que hace el Ayuntamiento es cumplir la ley de Capitalidad", por lo que le llamó la atención que PSOE y CHA "se echen las manos a la cabeza".