La fiscal pide el alejamiento de un hombre del club de alterne en el que agredió a una mujer

Solicita 6 meses de cárcel por haber pegado a una empleada del local y que se le prohíba ir allí durante un año y medio.

El juicio se celebrará en los juzgados de Zaragoza.
El juicio se celebrará en los juzgados de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Un usuario habitual de un club de alterne de la zona del Madrazo seguirá sin poder pisarlo si el tribunal que ha de juzgarlo atiende a la petición de la Fiscalía de Zaragoza de que se le prohíba el acceso durante un año y medio. La fiscal del caso solicita que se condene a Alberto A. F., de 59 años, a una pena de seis meses de prisión, multa de 720 euros y el alejamiento del local durante el tiempo mencionado por haber golpeado a una joven que trabaja allí.

La juez instructora ya dictó un auto de alejamiento del club como medida cautelar para proteger a la víctima, pero el acusado la quebrantó. Ahora es la fiscal la que lo pide como condena accesoria a la de prisión y reclama también que no se acerque a ella ni a su domicilio.

La representante del ministerio público mantiene que el pasado 22 de mayo, Alberto A. F. acudió a un club del camino del Abejar, se dirigió a la joven, que estaba sentada en un taburete en la barra, y le dio un bofetón. Luego la agarró tan fuerte del brazo que varias compañeras acudieron en su ayuda. Después, según el relato de la fiscal, la insultó y lanzó amenazas contra ella tales como "te voy cortar de arriba abajo" o "te voy a matar".

Aquel día la mujer, de 34 años, compareció ante la comisaría de Policía del Actur para denunciar lo ocurrido y presentó un parte de lesiones consistentes en traumatismo facial y contusión en un brazo. La acusación pública considera que los hechos constituyen un delito de amenazas, por el que le pide seis meses de cárcel, y un delito leve de lesiones, por el que solicita 720 euros de multa y una indemnización de 45 euros. Durante la instrucción del caso, el acusado negó haber agredido a la mujer, dijo que había sido ella quien se le había abalanzado y que, al sujetarla, acudieron todas las chicas del local. Dijo además que no recordaba haber proferido todos los insultos y amenazas que la empleada asegura que lanzó contra ella.

A pesar el incidente, Alberto A. F. volvió al día siguiente al club y, según dijo entonces, ya no ocurrió nada con M. R. C. No obstante, la agresión había infundado temor en la joven y esta solicitó que se prohibiera al acusado acercarse al local y comunicarse con ella, petición a la que accedió la magistrada. Esta ordenó que no se acercara a menos de 200 metros del local.

En la declaración que prestó entonces, el denunciado dijo estar de acuerdo en no hablar con la mujer, pero no le pareció bien que la juez no le dejara volver al club, medida que quebrantó en una ocasión y por la que fue también denunciado.

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