Versos voladores
Cientos de personas se han reunido esta mañana en la plaza del Pilar para soltar casi 500 versos al viento. Este proyecto, organizado por Atrapavientos, fomenta la escritura entre los niños de 9 a 16 años y, en esta ocasión, ha homenajeado el centenario del nacimiento de Gloria Fuertes.
La plaza del Pilar se ha convertido esta mañana en el escenario perfecto para liberar los globos y los acrósticos atados que los chicos, de 9 a 16 años, han escrito tras los talleres de escritura impartidos por el colectivo Atrapavientos.
Esta vez los 'cuentos al viento' se han transformado en 'versos', con motivo de la celebración del centenario del nacimiento de la poeta Gloria Fuertes. Durante buena parte del año, y con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza, se han impartido los talleres previos a la suelta de estos poemas en diferentes colegios e institutos de la ciudad, así como en el Observatorio de Literatura Infantil y Juvenil, la Fundación ADISLAF y usuarios de la asociación ASAPME.
"Lo bonito es que la actividad no se termina cuando acaban los talleres de escritura ni cuando soltamos los globos", ha señalado Jorge Gonzalvo, coordinador de Atrapavientos. "A través de nuestra página web la gente puede seguir donde hemos lanzado los cuentos, nos escribe si encuentra algún cuento y situamos donde van apareciendo", ha añadido.
Hasta la fecha se han lanzado al aire más de 1000 textos . El 23 de abril del 2016, día del libro y día de Aragón, apareció el primero de los textos lanzados al viento. El cuento 0006, con los deseos y recuerdos de la niña Alba García fue encontrado en un camino de Caldearenas (Huesca); a 132 kilómetros de distancia del punto de la suelta. Un segundo cuento apareció en Francia. Lo encontró Orens, un niño de 11 años que vive en Tarbes. Orens encontró el cuento número 0064, escrito por el joven Diego Gareta, en una zona de montaña cerca de Bagnères-de-Bigorra; a más de 250 kilómetros del punto de suelta. El día de Nochebuena del 2016, un cuento escrito por una estudiante de 10 años del CEIP San Vicente de Paúl, aterrizó el día de Navidad en un pueblo de Cuenca; y el cuento número 1000, escrito y lanzado desde la biblioteca municipal Rafael Andolz de la Almozara el pasado mes de octubre, aterrizó tres días más tarde a 1000 kilómetros de distancia en el norte de Niza, muy cerca de la frontera con Italia.
