Este miércoles será el día de más calor de toda la semana en Aragón en una jornada que colocará a la Comunidad Autónoma en los primeros puestos del ranquin de zonas más calurosas de toda España. Precisamente la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha subido a nivel naranja el aviso por altas temperaturas en toda la provincia de Zaragoza, el sur de Huesca y la zona del Bajo Aragón.

Sin embargo, las temperaturas no son homogéneas en toda la provincia, ni siquiera en la ciudad. Cada barrio presenta unas particularidades y unos niveles de concentración de calor bien distintos.

Desde hace años el Departamento de Geografía de la Universidad de Zaragoza y la Unidad de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza llevan a cabo un estudio sobre la ‘Organización espacial de las temperaturas y la isla de calor’, a cargo del investigador José María Cuadrat, Doctor en Geografía por la UZ. “Los materiales de la ciudad absorben más calor que los del campo, donde domina la vegetación y el ambiente es más húmedo. Además, la ciudad es generadora de calor con los coches, aire acondicionado o retención de calor de los edificios”, afirma.

Como explica el estudio del proyecto que se presentó en la capital aragonesa en agosto de 2014, la zona centro de la ciudad, así como la margen derecha del río Ebro son las que concentran las temperaturas más elevadas, dato que disminuye de modo progresivo hacia la periferia. El mayor descenso de temperatura se da en las zonas rurales limítrofes.

Por el momento según explican fuentes de ElTiempo.es, se espera que esta situación se mantenga al menos hasta la primera mitad de la semana que viene. ¿La causa principal? “Una masa de aire cálido de origen atlántico que ha provocado el aumento de las temperaturas, uniéndose a la estabilidad atmosférica y la importante insolación que se produce en estas fechas, recalentando esa masa de aire más aún”.

Mientras tanto, los vecinos de Zaragoza discurren para huir del sol abrasador y del calor, aunque en muchos casos sea complicado, como para María García, profesora de francés en el IES Pedro Cerrada de Utebo y sus alumnos. Allí, esta semana se alcanzaban los 37 grados. “Nos quedan 7 días de exámenes por delante y ni una sola aula con aire acondicionado. Así es imposible que los estudiantes se concentren”, critica la docente, quien asegura que se ha tenido que llevar un ventilador de casa.

Ángel, vecino de Valdespartera, donde este martes se alcanzaban los 39 grados, lcombate el calor como puede: “He salido a buscar a las crías al colegio en bañador y chancletas, y ya me he encerrado con todas persianas cerradas y el ventilador pegado”. Algo parecido han hecho los vecinos de Montecanal, donde se alcanzaban los 38, como explica Chelo, quien viene de pasar unos días en el Pirineo Aragonés. “En el barrio está todo desierto, no pasa nadie por la calle. Mi marido ha empezado a salir a andar a las 6 de la mañana con el perro porque a las 8 ya no puede del calor”, asevera.

El cierzo, un respiro

En concreto serán siete las provincias en alerta naranja durante la jornada del miércoles–Zaragoza, Huesca y Teruel, Lérida, Navarra, Madrid y Cuenca-, en las que se esperan alcanzar los 40 grados de temperatura a una semana del inicio del verano, mientras que en otras 28 provincias se mantendrá el aviso es amarillo. Según explican fuentes de AEMET Aragón, a partir de los 42 se catalogaría la situación de ‘Alerta roja’, algo que, aseguran, “no va a ocurrir”.

Por su parte, y aunque ya se ha comenzado a hablar oficialmente de la primera ola de calor del año, desde AEMET aseguran que en Aragón todavía no se ha dado. “Entran muchos más factores en juego como su duración y la magnitud de lugares afectados. De momento no lo entendemos como tal”, aseveran.