La grúa de Zaragoza no da abasto

La grúa municipal de Zaragoza retiró el año pasado un total de 7.682 vehículos, una media de 21 al día, según los datos facilitados por la Policía Local. Un alto índice de actividad que no libró a la empresa adjudicataria, Dornier, de recibir en abril una multa de 12.020,24 euros por parte del Ayuntamiento por no hacer frente a toda la demanda de servicios que se les requería.

En concreto, el equipo de Gobierno de ZEC les acusó de cometer infracciones “graves”, según se establece en el pliego que rige el contrato, y de acuerdo a los informes emitidos por la Policía Local. Los agentes acusaron a la contrata de "no disponer del número de vehículos ofertados para la prestación del servicio", así como de un "deficiente cumplimiento de las órdenes o indicaciones relativas al servicio requerido en el tiempo de respuesta establecido, tanto en grúas como en señalización".

Además, la vicealcaldesa Luisa Broto recriminó en su momento el "no poder realizar las prestaciones de retirada o de señalización por no disponer del personal suficiente para realizar todos y cada uno de los encargos u órdenes que se formulen".

Y todo ello a pesar de que el número de sanciones de tráfico impuestas por la Policía Local mantuvo el año pasado una tendencia a la baja que ha hecho que en el último lustro se desplomaran a casi la mitad en la capital aragonesa.

Del total de coches y motos retirados en 2016 por la grúa, 5.640 avisos tuvieron que ver con infracciones de tráfico y accidentes, mientras que en 1.812 servicios se movieron los vehículos a un lugar cercano por exigencias de un acto en la calle, en especial fiestas populares -como Semana Santa o la cabalgata de Reyes- y pruebas deportivas.

La proliferación de carreras de todo tipo (maratón y medio maratón, 10K, de la Mujer, San Silvestre, triatlón...) ha elevado la presión sobre el servicio de grúa. En muchos de estos eventos se requiere despejar las plazas de aparcamiento de las vías por las que discurre, lo que obliga a señalizarlas y a retirar cada vez más vehículos.

En el caso de que un automóvil se encontrara ya aparcado antes de la señalización, el propietario no debe hacer frente a coste alguno, tal y como reflejan las ordenanzas fiscales. En cambio, para aquellos que sí fueron conscientes de la presencia de una placa de prohibido aparcar en unas fechas concretas, los conductores se enfrentan a las tarifas más altas de las capitales de provincia del país.

Según un informe de la OCU, Zaragoza encabeza la clasificación nacional, con 180 euros por la retirada y 25 euros más por cada hora que pase el vehículo en el depósito, lo que eleva la cifra mínima a 205. Un coste que contrasta con ciudades como Zamora (36 euros) o Melilla (47).

En cualquier caso, las citadas ordenanzas recogen la posibilidad de reducir las tarifas en un 50% “en los supuestos en que, iniciada la prestación del servicio, compareciese el propietario o conductor del vehículo para hacerse cargo del mismo, abonando en el acto el importe”. Una situación que se dio en 230 ocasiones el año pasado en la capital aragonesa.