Un botellón de miedo en el Actur

El entorno del puente de la Almozara, en la margen izquierda, amaneció el día de Todos los Santos lleno de botellas, vasos de plástico y basura producida por una concentración de jóvenes en la zona durante la noche de Halloween.

Botellón en el Actur
Botellón en el Actur

La concentración de jóvenes que se reúnen para hacer botellón es un fenómeno frecuente en la capital aragonesa que tampoco quedó al margen durante la pasada fiesta de Halloween. Esta vez cruzó de la margen derecha, donde desde hace un año la zona del Club Náutico sirve como punto de encuentro de grupos que se reúnen allí para beber alcohol, a la margen izquierda, en el tramo que comprende entre el puente de la Almozara y la gasolinera de la avenida de José Atarés, escenario elegido para un botellón cuyos restos todavía fueron visibles dos días después de la celebración al aire libre.


Botellas, bolsas y vasos de plástico tirados por el suelo, entre las plantas y la vegetación de este espacio, daban muestras al día siguiente -y al otro- de los efectos del botellón en el entorno donde se encuentra una discoteca cercana que en la noche del 31 de octubre organizaba una fiesta de Halloween.


En los momentos previos al comienzo de la fiesta la Policía Local hizo acto de presencia en el lugar pero no intervino en ningún caso referente al botellón que tenía lugar en la zona. El motivo de que acudieran fue que la seguridad privada del local requirió la asistencia de la Policía durante el control de acceso de jóvenes al recinto, “ya que todos querían entrar de golpe”, especifican fuentes policiales.


Asun Gulina, presidenta de la Asociación de Vecinos Puente Santiago-Actur, señala que “hasta ahora no teníamos noticia de que se realizara botellones en este lugar y tampoco existe en el barrio un sentimiento ni una percepción por parte, creo que de ninguna asociación de vecinos, de que esto suceda de una manera preocupante”.


Gulina subraya que “los jóvenes tienen derecho a juntarse en la calle, a hablar o a hacer lo que quieran” pero también matiza que “siempre dentro de un orden". La presidenta de la Asociación de Vecinos Puente Santiago-Actur conoce a fondo este problema, ya participó en la realización de un estudio del Ayuntamiento de Zaragoza y la Universidad de Zaragoza que proponía fomentar alternativas de ocio para los jóvenes. “Pero el Consistorio no ha puesto en prácticas las conclusiones de aquel trabajo”, lamenta.

Un práctica creciente

Solo el pasado año, las llamadas a la Policía Local relacionadas con el botellon fueron 345 y el número de multas resultó ser muy superior: 612.


El consumo excesivo de alcohol entre los jóvenes entraña serios riesgos. Un estudio de la Universidad de Barcelona ha identificado que los jóvenes universitarios que tienden al consumo intensivo de alcohol presentan niveles elevados de inestabilidad emocional, ansiedad, impulsividad y búsqueda de sensaciones.


La inestabilidad emocional se produce en las mujeres mientras que la impulsividad de sensaciones se observa en los hombres, según este informe. Los resultados señalan cuáles son los factores de riesgo de este tipo de prácticas y señalan la necesidad de favorecer la creación de programas personalizados de prevención y tratamiento de este problema de salud pública, que en España afecta al 35% de los hombres y al 20% de las mujeres de 20 a 25 años.

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