Acción y prevención son dos conceptos fundamentales a la hora de saber enfrentarse a una agresión. No es más importante saber golpear o responder a un ataque que tener las herramientas para evitarlo o huir de él. Esta es parte de la filosofía de los cursos de Autodefensa para Mujeres que imparte Susana Blasco en la capital aragonesa.

¿Sus ingredientes?: Una mezcla de kung fu, krav magá y defensa personal para todas aquellas decididas en convertirse en “mujeres de armas tomar”. En estos momentos medio centenar de zaragozanas se forman en la capital aragonesa para ganar confianza en sí mismas y saber utilizar las herramientas que les ofrecen sus cuerpos: “No se trata de ser más o menos fuerte. Cada cuerpo es diferente y cada mujer debe encontrar sus fortalezas”, resume Blasco.

Con este objetivo aprenden a responder ante situaciones de estrés así como diversas llaves y golpes -como el ‘pica hielos’-, o posiciones de defensa para esquivar todo tipo de ataques. “Hay mujeres que vienen de situaciones de violencia de género o cercanas a ellas y ven que no les pueden defender. Si bien es cierto que es algo que se trabaja a nivel público, también lo es que hay más mujeres decididas a defenderse por sí solas que hace diez años”, afirma Blasco. La experta en artes marciales y defensa personal asegura que cada vez son más los ayuntamientos y centros que le contactan para impartir algunos de sus talleres.

En estos seis años calcula que en torno a un millar de mujeres han pasado por alguno de sus cursos de iniciación, tanto intensivos como bimensuales. Todas tenían un propósito común: “Aprender a sacar la fortaleza a través del uso de las artes marciales como vía para conectar con su fuerza. Todas la tienen, la mayoría contenida. Hay que aprender a sacarla”.

Además, el target de su actividad cada vez es más variado y con edades más diversas. La media habitual oscila entre los 25 y 50 años de edad, pero también hay casos de jóvenes y mujeres más mayores: “Sin ir más lejos la semana que viene comenzaré dos cursos en las Casas de Juventud de Garrapinillos y de La Madalena. En noviembre visitaré Huesca, Madrid y Navarra”.

La cuarta sesión del curso de Autodefensa para Mujeres que se desarrolla este mes en La Pantera Rossa de Zaragoza cuenta con un completo programa para 15 mujeres. Entre ellas se encuentra Merche, (47 años, Zaragoza) quien tiene muy claro su objetivo: “Queremos andar sin miedo por la calle, sobre todo por la noche. Toda mi vida he tenido miedo pero lo normalizaba porque era mujer. Luego descubrí que no era normal”, explica la alumna.

En su caso es la segunda vez que acude a estos talleres, la primera vez –en 2013- se apuntó a un intensivo de autodefensa. “Ahora no me pasan tantas cosas como cuando era más joven pero quién sabe si un día tendré que defender a otra mujer. Nos merecemos andar tranquilas por la calle”, asevera.

Enfrentarse al miedo

Blasco asegura que, a lo largo de sus cursos, debe preguntar varias veces a sus alumnas por qué están ahí. “Cuesta decirlo, cuesta admitir el miedo, pero casi todas reconocen que han llevado las llaves en los nudillos volviendo a casa por la noche”, asegura. Y por ello, sus clases tienen dos apartados, uno con contenido más físico y otro psicológico aprovechando su formación en psicología.

En el caso de Marina (50 años, Zaragoza) otra de las asistentes al curso, asegura que el objetivo es más terapéutico: “Quiero sentirme protegida y poder andar por la calle con seguridad. Está claro que siempre te puedes bloquear, pero teniendo una noción es posible evitar un conflicto”.