La Jefatura Superior de Policía de Aragón ha abierto una investigación interna para aclarar por qué la mujer tiroteada el viernes por su exmarido junto al centro comercial Aragonia de Zaragoza no pudo denunciar dos días antes en comisaría sus amenazas. Como adelanta este sábado HERALDO, la víctima y su hija acudieron el pasado miércoles, 10 de agosto, a la comisaría Centro de la Policía Nacional para advertir del miedo que les infundía el hombre. Las mujeres explicaron a los funcionarios que les atendieron que por ser cazador y aficionado al tiro olímpico Juan Antonio Ruiz Díaz, de 51 años, tenía armas en casa. Su temor era que un día las utilizara para atacarles, lo que desgraciadamente sucedió ayer.

Pese a la insistencia de madre e hija en que su temor era fundado, parece que los agentes les intentaron convencer de que no había situación de riesgo y de que este tipo de tiranteces son normales en un proceso de divorcio, como en el que se encuentra la pareja. Por ello, y aunque su intención era interponer una denuncia, la ahora tiroteada tuvo que marcharse de la comisaría de General Mayandía sin formalizar el trámite. De todo ello dio cuenta este viernes la hija del matrimonio, que conducía el coche contra el que abrió fuego su padre, cuando prestó declaración ante el Grupo de Homicidios.

Según fuentes oficiales de la Policía, sabedora ahora de estos hechos, se ha abierto lo que se conoce como una “información reservada” para averiguar qué pudo fallar en la atención a esta última víctima de la violencia machista en la capital aragonesa, que sigue hospitalizada recuperándose de las dos operaciones de urgencia a las que ayer se tuvo que someter.

Según el último parte médico, del que ha informado este sábado el Gobierno de Aragón, la mujer herida sigue grave y su exmarido muy grave.