La lechuza Julieta asombra a pequeños soldados y damas

Utebo se traslada este fin de semana al siglo XVI para celebrar su Feria Mudéjar, que llena las calles de personajes de época y puestos de productos artesanos.

Pequeños y mayores escucharon con atención las explicaciones del cetrero sobre la lechuza Julieta.
La lechuza Julieta asombra a pequeños soldados y damas
JOSÉ MIGUEL MARCO

La lechuza Julieta se ha convertido en una de las protagonistas de la VII Feria Mudéjar de Utebo, que desde el pasado viernes y hasta esta tarde traslada a vecinos y visitantes a 1544, año en que finalizó la construcción de la emblemática torre de la localidad.

Julieta, que se llevó ayer aplausos y besos por doquier, es una de las aves rapaces que se pueden ver en el puesto de cetrería, uno de los que más miradas atrae, especialmente las de los niños. Al mediodía, alrededor de una veintena de personas se arremolinaban en torno al cetrero que sostenía a la lechuza, "el ave más bonita del mundo", dijo, para explicar sus características al atento público.

A pocos metros, los más pequeños tenían otra cita con los animales, en este caso, ponis sobre los que pudieron dar un pequeño paseo. Este era precisamente el objetivo de Valeria, de 5 años. Sus padres, Juan y Vanesa, vecinos de Utebo, contaron que todos los años se suelen acercar a la feria y, de hecho, ya lo hicieron el viernes por la tarde, nada más inaugurarse. Pero entonces no vieron a los equinos, por lo que ayer repitieron visita. "Nos gusta todo, pero sobre todo los ponis", comentaron.

Allí no acaban las alternativas a los videojuegos o el ordenador. A lo largo de todo el fin de semana, los chavales pueden entretenerse con una serie de juegos a la antigua usanza entre los que no faltan un puzle o un tres en raya gigante, ambos hechos de madera. Mientras, los aspirantes a ‘Masterchef Junior’ pueden hacer sus pinitos preparando la masa del pan que después cuecen en un horno de leña desplazado a Utebo para la ocasión.

La gastronomía es otro de los principales atractivos de la feria, y a ella están dedicados buena parte de los 91 puestos instalados a lo largo de calles y plazas del casco histórico. Además de llevarse a casa quesos artesanos, embutidos o repostería, los asistentes pueden probar en la taberna medieval el chorizo, la longaniza o la panceta, todo ello regado con sidra recién escanciada. El mesonero, de Teruel, vuelve cada año fiel a la cita utebera.

También lleva camino de convertirse en veterana de esta feria la pastelería Trébol, de Casetas. "El año pasado fue la primera vez que vinimos y ahora repetimos. Hay mucho ambiente y nos conformamos con que nos vaya como en 2017, a ver si el tiempo nos respeta...", decía Nuria, que como el resto de tenderos miraba al cielo esperando que las nubes que empezaban a cubrir el cielo no descargaran. Lo hicieron a media tarde, por lo que hubo que suspender el espectáculo infantil de Caleidoscopio y adelantar los últimos actos. "Hemos cubierto el escenario con lonas y nos hemos resguardado en el Museo", ubicado junto al tablado, explicó la concejal de Educación, Cultura y Turismo, Gema Gutiérrez.

El viento también sopló fuerte a ratos, aunque algunos iban bien resguardados gracias a los trajes medievales que lucían. Además de los artistas que animaron las calles representando a juglares o penitentes del Camino de Santiago, muchos vecinos también se metieron de lleno en la época medieval y no faltaron caballeros con cota de malla, damas o pequeñas princesas. Además, los que luzcan su traje todo el fin de semana recibirán un detalle. A Mari Carmen González y su nieta Paola Morcioli no les faltaba un detalle para tomar parte en distintos actos como la exhibición de bailes del Renacimiento prevista anoche por la Asociación Andanzas Medievales, a la que pertenecen.

La feria sigue hoy de 11.00 a 22.00. Los que vayan en cercanías disfrutarán de música en directo en el tren que sale de la estación zaragozana de Goya a a las 10.42.

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