Aprobada la subida de un 2% de media en la carga de las ordenanzas municipales para 2018

PP y PAR lo justifican en el incremento del IPC y esperan recaudar 120.000 euros. La oposición critica el escaso margen para haber estudiado la propuesta.

Entre enero y agosto, Calatayud ha recibido a 21.168 turistas.
Entre enero y agosto, Calatayud ha recibido a 21.168 turistas.
Ayuntamiento de Calatayud

El pleno del Ayuntamiento de Calatayud del pasado lunes sirvió para aprobar la propuesta de ordenanzas municipales para el ejercicio 2018 realizada por el equipo de gobierno y que recoge un incremento medio del 2%. En total, el concejal de Hacienda, Rafael Rincón, estimó que se recaudarán unos 120.000 euros, que a su vez supondrán que cada bilbilitano desembolse un promedio de entre 12 y 15 euros más al año. Este planteamiento salía adelante con los votos a favor de PP y PAR, el respaldo de Ciudadanos a 8 de estas tasas y la negativa a todas ellas de PSOE, CHA y Aragón Sí Puede.

Así, el principal incremento será del 3% en el canon por uso del suelo (subsuelo y vuelo). De igual forma, aumentarán un 2% el Impuesto sobre Bienes Inmuebles -que se traducirá entre 7 y 10 euros más al año-, la tasa de Cementerio, la de badenes, la utilización de la Feria de Muestras, la Escuela Infantil o la Escuela de Música. Un 1,5% se incrementará en basuras y un 1% en agua. Asimismo, también crecerán las sanciones por exceder el límite temporal de aparcamiento en la zona azul y el coste del servicio de grúa. Por otra parte, la residencia municipal también incrementará el precio de la cuota un 0,25%. A su vez, también crecerán las cargas en el servicio de visitas guiadas y la prestación de servicios generales.

Se congelan las cargas a los vehículos de tracción mecánica, con una bonificación para los eléctricos del 50%, y las tasas por uso de los locales municipales de Ramón y Cajal, Claretianos y el Teatro Capitol. También se mantienen en los mismos niveles las que recaen sobre el uso de las instalaciones deportivas, si bien se incrementará el precio de los cursos en un 1,5% para los abonados y un 3,5% para los no abonados y el abono familiar incluirá una opción de que los jóvenes de entre 18 y 24 años conserven la tarjeta pagando 3 euros.

Según sostuvo Rafael Rincón, responsable de Hacienda, esta subida “moderada” se explica por el incremento del IPC y tiene el objetivo de “mantener los ingresos, equilibrar gastos y ofrecer los mismos servicios”. Asimismo, aseguró que es una decisión “muy meditada” y que “no es fácil porque afecta a todos los ciudadanos”. En este sentido, el alcalde, José Manuel Aranda, insistió en que su equipo ha buscado “lo más justo” y subrayó que asumir competencias impropias tiene una incidencia negativa en las cuentas municipales por los déficits que se generan, por ejemplo en la Escuela de Música y en la residencia San Íñigo.

A su vez, el primer edil argumentó que si bien sube el IBI, el tipo impositivo con el que cuenta Calatayud es “el más bajo en comparación con otros municipios similares”, y puso los ejemplos de ciudades como Monzón, Barbastro o Huesca. De igual forma, Rincón apunto que “se están manteniendo unos servicios y se está invirtiendo en aspectos en los que antes no se hacía”.

El punto común de las críticas de la oposición fue el escaso margen de tiempo -menos de 15 días- con el que contaron para analizar la propuesta de ordenanzas planteada por el equipo de gobierno. En el caso de Aragón Sí Puede, su concejal, Jesús Temprado, lo tildó como una “falta de cortesía con los ciudadanos y con la oposición” y como “un deseo de que nadie  participe”, punto en el que también coincidió Ester Pellejer, de Chunta Aragonesista, quien incidió en que las formas de presentación de las ordenanzas no fueron las adecuadas. De igual forma, Víctor Ruíz, portavoz del PSOE, cargó contra “el modo de trabajar” del equipo de Gobierno y José Hueso, de Ciudadanos, apuntó que “no se pueden hacer así las cosas”.

Desde el partido naranja se presentaron un total de 25 enmiendas a las ordenanzas, de las que 24 fueron desestimadas por PP y PAR, aceptando únicamente la propuesta de actualizar las sanciones de Medio Ambiente que todavía aparecen en pesetas. “Si quieren contar con la oposición, lo están haciendo mal”, criticó Hueso, quien insistió en que el propósito de sus medidas era “no incrementa la presión fiscal”. En el caso del PSOE, este grupo retiró sus enmiendas y aseguró que trabajarán para preparar las de 2019. “Si creen que los bolsillos están para pagar más, estamos en ópticas distintas”, expuso Ruiz.

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