La ciudad de Zaragoza, a fecha 1 de enero de 2015, tenía contabilizados 702.123 habitantes, según el padrón del Ayuntamiento, frente a los 664.953 que constan en el Instituto Nacional de Estadística (cifra ahora aprobada y publicada). Una diferencia que alcanza los 37.000 vecinos. Es el caso más llamativo de la provincia junto a Calatayud, donde para el Ayuntamiento se superan los 22.000 habitantes, mientras para el INE se sobrepasan por poco los 19.700. Estos dos casos se incluyen entre los 63 ayuntamientos, de los 293 que hay en la provincia, que en 2015 presentaron alegaciones al INE. La mayoría de las veces, el problema suele darse al contabilizar a la población extranjera.

¿Y qué cifra es la buena?, ¿qué consecuencias pueden tener las discrepancias? La población oficial es la que consta en el Instituto Nacional de Estadística y así lo es a todos los efectos administrativos. Con las cifras del INE se determinan, por ejemplo, los ingresos que recibe cada ayuntamiento por la participación en los impuestos del Estado, de la Comunidad Autónoma, las ayudas de instituciones como la Diputación Provincial de Zaragoza o el número de concejales que se eligen.

Por eso, el caso de Calatayud es especialmente significativo porque supone superar la barrera de los 20.000 habitantes o no y eso es, traducido en cifras, una suma importante de ayudas estatales. Según el INE, la cifra resultante de la revisión del padrón a 1 de enero de 2015, es de 19.724 personas. Según los datos del Ayuntamiento, en esa misma fecha había empadronadas 22.178 personas. Son 2.454 habitantes más (un 12% del total) los que según el municipio tendría la ciudad.

El alcalde bilbilitano, José Manuel Aranda, explica que, según los últimos datos registrados en el padrón, a fecha 1 de enero de 2016, son 22.698, es decir 520 más que la cifra de 2015. Y, sin embargo, según los datos del INE, la ciudad habría pasado de 20.658 habitantes en 2014 a 19.724 en 2015.

Aranda no se explica la discrepancia de sus datos del año pasado con los del INE. En este caso, al haberse bajado de los 20.000 habitantes, Calatayud podría perder otros beneficios administrativos y volver a tener 17 concejales en vez de los 21 que tiene por haber llegado a los 20.001 residentes. "No estamos de acuerdo con la cifra que se nos ha trasmitido y se van a hacer unas alegaciones para ver dónde está la discrepancia", manifestó el primer edil. Las consecuencias que puede tener no llegar los 20.000 "es algo a tener en cuenta", dijo Aranda, que no pudo precisar el dinero que la ciudad perdería al tomarse la referencia del INE. "Lo importante es tener unos datos ciertos y reales porque es una barbaridad tener una diferencia de casi 3.000 habitantes, estadísticamente es muy significativo", subrayó el popular.

En el Ayuntamiento de Zaragoza, la cifra en números absolutos también es muy destacada, aunque proporcionalmente inferior a la de Calatayud. Según fuentes municipales, en 2014 no se alegó y, en principio, sobre 2015 tampoco se hará. Desde el Consistorio zaragozano explicaron que el proceso para depurar el padrón es muy complejo, especialmente en los sitios donde hay mucha concentración de extranjeros. Por eso, también son los lugares donde mayores diferencias se dan entre las cifras del padrón y las del INE.¿Cómo se revisa el padrón?

Desde la delegación provincial explicaron que es una resolución del Instituto Nacional de Estadística y de la Dirección General para la Administración Local, de 23 de noviembre de 2005, la que establece cuáles son las instrucciones que los ayuntamientos deben seguir para revisar anualmente su padrón municipal.

Esta detalla la información que se tendrá en cuenta para obtener la propuesta de la cifra de población, los plazos en los que el INE y los ayuntamientos se intercambian los ficheros con los datos o en los que se pueden presentar reparos y alegaciones y discrepar ante el consejo de empadronamiento antes de que la propuesta de cifra de población sea remitida al presidente del INE. Y este finalmente la eleva al Gobierno para su aprobación. El proceso comienza cada año en marzo, se comparan los ficheros de los ayuntamientos, se contrasta la información y se les comunica los registros que no se tienen en cuenta.

La delegación provincial del INE explica que el problema suele darse al contabilizar a la población extranjera. No se cuentan aquellos a los que les ha caducado el permiso de permanencia. Con quienes tienen residencia permanente, entre los que están ciudadanos europeos como los rumanos, los ayuntamientos tienen que comprobar que siguen residiendo en un municipio determinado y hacer un expediente de baja de oficio si no continúan. Si ese procedimiento no se sigue, esa persona sigue empadronada, pero no es contabilizada en las cifras oficiales. Es decir, que han podido dejar la ciudad o regresar a su lugar de origen sin que los ayuntamientos se hayan enterado. Es por eso que las mayores diferencias entre las cifras del padrón y las del INE se dan donde el porcentaje de inmigrantes es mayor.Donde apenas hay cambios

El Ayuntamiento de Ejea también ha presentado alegaciones. En su caso la diferencia entre los datos del padrón y los del INE es de 263 habitantes (17.017 para el primero y 16.754 para el segundo). En otros municipios, la variación es mínimas, como en Utebo, donde el INE contabiliza 18.430 y el Consistorio 18.440. El Consistorio utebano hace altas y bajas todos los días. En Cuarte de Huerva, el padrón a 1 de enero de 2015 incluía 12.169 habitantes y el INE acaba de publicar que entonces había 12.141. En Tarazona: 10.759 oficiales frente a los 10.823 del Consistorio.

Alagón tiene 7.004 y 7.014, según se vea la población del padrón o la del INE. Épila: 4.706 frente a los 4.545 del INE, y Ricla, 3.288 frente a 3.122, respectivamente. Desde el Ayuntamiento riclano detallan que, debido al alto índice de población inmigrante, cuando un vecino tiene gente empadronada en un domicilio de su propiedad y se van "les mandamos notificaciones para comprobar si todavía residen en Ricla, aunque dicen que es difícil de comprobar porque cambian mucho de domicilio".