LA AVENTURA DE EMANCIPARSE

Un joven aragonés necesita ya un 77,8% del sueldo para comprar una vivienda

Para poder acceder sin agobios a un piso de tamaño medio, debería cobrar más de 3.000 euros mensuales.

Hace ya algún tiempo que se fueron de casa de sus padres y rondan los 30 años. Unos, a estudiar; otros, a trabajar. La crisis y el esfuerzo cada vez mayor para adquirir o alquilar una vivienda ha hecho que ya se empiece a hablar del fenómeno de los semiemancipados a los que les echa una mano su familia. Algunos que tenían fecha en el calendario para dar el paso, prefieren ahora aparcar su proyecto.


Actualmente un joven aragonés necesita aportar un 77,8% de todo su sueldo si quiere comprarse un piso en solitario, un 6,09% más que el año pasado (en el 2003 se mantenía en torno al 50%). Los ingresos medios de una persona de entre 18 y 34 años se fijan en 14.255,24 euros anuales (1.188 mensuales).


Así, para poder pagarla sin entrar en una situación de riesgo, que se considera cuando se destina más del 30% de los ingresos al piso, debería cobrar un 159,50% más (3.082,65 euros mensuales). Según el Consejo Aragonés de la Juventud un joven solo puede permitirse en estos momentos, sin tener agobios, un piso libre de 38,5 metros cuadrados.


Esta preocupante radiografía revela el informe estadístico del Observatorio Joven de Vivienda en España, referido al primer trimestre de 2008, que ayer analizó el organismo aragonés. Para el colectivo estos datos ponen de manifiesto que una vez más "aumentan las diferencias entre las condiciones que impone el mercado de vivienda y el poder de compra de los jóvenes".


La adquisición de una vivienda libre resulta con el paso de los meses más inasumible. La situación, grave en general, tiene matices según la provincia. En Zaragoza equivaldría al 82,8% de la nómina neta que percibe un joven, en Huesca el 70,2% y en Teruel al 44%. La comunidad aragonesa está por debajo de la media, establecida en un 83,8%.


De las tres provincias, Huesca es la que ha experimentado un mayor endurecimiento de las condiciones de acceso al mercado de la provincia. En el otro extremo, la turolense vuelve a erigirse como la más barata de España.


Un análisis realizado por el portal inmobiliario fotocasa.es, dado a conocer ayer, estima que un mileurista de Zaragoza que busca piso solo puede hacerse con uno de 27 metros cuadrados. Para obtener esta superficie máxima se parte del precio medio de la vivienda en la capital en octubre, que se situó en 3.157 euros por metro cuadrado. Uno oscense puede aspirar al de 37 metros cuadrados.


Las condiciones mejoran, lógicamente, cuando se trata de un hogar joven formado por dos personas, pero tampoco es para echar las campanas al vuelo. De acuerdo con el informe del Observatorio Joven de Vivienda en España, obtener un piso en el mercado libre les supone dedicar el 44,8% de sus jornales, un 4,92% más que el año pasado. Para endeudarse lo justo, sin entrar en una situación de riesgo, sus pagas tendrían que aumentar un 49,38%.


La publicación nacional destaca también que, en contra de la tónica general, Aragón es, junto a Andalucía, Galicia, Navarra, el País Vasco y La Rioja, una de las comunidades en las que ha aumentado el coste de acceso a una vivienda en propiedad. Se podría pensar que la caída del precio del 'ladrillo' en términos reales lo facilitaría, pero también pesan las condiciones de financiación y la capacidad adquisitiva de la población.


El aumento del paro y el cierre del grifo bancario a los préstamos se convierten en dos escollos insalvables. En este sentido, el estudio del Observatorio Joven de Vivienda subraya que Aragón, al igual que Cantabria y Navarra, es uno de los territorios en el que los jóvenes han padecido la coyuntura más negativa, y en los tres primeros meses de este año han visto crecer el paro más de un 30%. En tan solo un trimestre, la tasa de paro ha pasado del 6,1% al 8,2%.


La opción del alquiler parece más aceptable, aunque el endeudamiento equivale a casi el 60% del jornal de un joven. Se sigue rebasando el umbral máximo del 30%. Así las cosas, la figura del semiemancipado empieza a cobrar protagonismo.