Visitas teatralizadas en el Monasterio de Veruela

La pureza de líneas de la arquitectura cisterciense no impide imaginar entre los muros del Monasterio de Veruela oscuros misterios surgidos a lo largo de los setecientos años que el cenobio estuvo habitado por los conocidos como ‘monjes blancos’, y leyendas ligadas a los personajes que tuvieron algún protagonismo en la extensa historia de este conjunto monacal.

El público que acuda durante este mes a las visitas de fin de semana se encontrará con algunos de los protagonistas de esas historias gracias a las teatralizaciones que acompañarán a la visita guiada.

Pedro Atarés, señor de Borja y fundador del monasterio, será el primero en aparecer y el público podrá enterarse entonces del acontecimiento que le llevó a esta decisión. Hay una aparición por en medio, pero no se puede explicar más sin desvelar el misterio de esta historia cuya escenificación, como el resto de los episodios que se narran, corre a cargo de la compañía de teatro turiasonense La ciudad no es para mí.

Público cómplice

En esta visita, los asistentes se convertirán en cómplices de los hechos más insólitos. «La guía pone en antecedentes al público de los diversos episodios históricos y después aparecen los personajes que dan vida a cada historia», explica Lucía Aguerri, directora de La ciudad no es para mí, y una de la actrices que encarnan a los distintos personajes -en su caso se ocupa de dar vida a cinco de ellos–.

«Aunque muchos ya tienen ciertos conocimientos sobre el monasterio, al público le sorprende mucho enterarse de algunas historias que desconocía y que nunca se hubiera imaginado», dice Aguerri.

Personajes populares tradicionalmente en la zona como la Tía Casca, una de las más famosas brujas de Trasmoz, saldrán también a la palestra. No hay que olvidar la trascendente influencia que el monasterio tuvo sobre todo su entorno y la excomunión de un municipio al completo, como la que se impuso a Trasmoz por sus supuestos tratos con el diablo, no podía escapar a la realidad vivida en el conjunto monacal.

No faltarán otros protagonistas anónimos, como los dos monjes que se verán implicados en el asesinato de un abad dentro de las dependencias monacales, un conjunto en el que la orden cisterciense creó una ciudad en miniatura. Los frailes se propondrán desentrañar este crimen para lo que pedirán la ayuda del público.

Llegan los Bécquer

Sin duda, las estrellas de esta visita son los hermanos Bécquer. «La gente se vuelve loca cuando aparecen, tanto el escritor, Gustavo Adolfo, como su hermano, el el pintor Valeriano Bécquer», afirma Lucía Aguerri.

La iniciativa de estas visitas teatralizadas ha partido de la Diputación de Zaragoza, «con el objetivo de vivir una experiencia inolvidable que permita al público disfrutar de esta joya de nuestro patrimonio», como se explicó desde la entidad el día de la presentación.

El mes de agosto se realizó otra visita teatralizada, con actuación de música en vivo, bajo el título de ‘Veruela ora et labora’. Dos monjes llevaban a los visitantes a conocer el día a día del cenobio durante la época medieval y el recorrido finalizaba con un concierto de música gregoriana a cargo de la Coral Turiasonense. El próximo fin de semana, días 8 y 9 de septiembre, será la última actuación de ‘Veruela ora et labora’, para la que ya se han agotado las entradas.

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