La Bal d'Onsella. Ni te imaginabas un territorio así en la provincia de Zaragoza

La Bal d'Onsella. Ni te imaginabas un territorio así en la provincia de Zaragoza

En la frontera entre los antiguos reinos de Navarra y Aragón, en las Altas Cinco Villas, este territorio muestra sus fortalezas desde el torreón de Navardún, enclave simbólico y dinamizador del valle.

Centro de Interpretación Navarra y Aragón. Reinos de frontera, en el torreón de Navardún.
Centro de Interpretación Navarra y Aragón. Reinos de frontera, en el torreón de Navardún.
Santiago Cabello

Drenado por el río Onsella, los que lo conocen bien dicen que este territorio es especial, diferente; los hay que incluso lo identifican con lo más parecido al paraíso. A medio camino entre los Monegros y los Pirineos, en las Altas Cinco Villas zaragozanas, el paisaje de la Bal d’Onsella discurre bello, discreto y tranquilo, surcado por milanos y hermosos chopos y robles. Y dominando tan idílico panorama luce, contundente y altivo, el torreón de Navardún, solitario vigía en las duras tierras de frontera entre los antiguos reinos de Navarra y Aragón, convertido, hoy, en dinámica oficina de turismo –inaugurada en marzo del 2017– y centro de interpretación para explicarnos cómo era la vida aquí hace 700 años. Levantado en el siglo XIV, presidió un recinto fortificado del que solo se conservan algunos vestigios, aunque la antigüedad del lugar va implícita en su propio nombre ‘Navardunum’, que entraña el sufijo celta ‘dunum’, con significado de castillo, fortaleza.

Uno de los más altos de Aragón

Con sus 26 metros de altura, divididos en cuatro plantas de piedra de sillería bien trabajada –es uno de los más altos de Aragón y digno ejemplo de fortaleza gótica defensiva y residencial–, fue adquirido en 1981 por la Diputación de Zaragoza para ser salvado de la ruina, tras un laborioso proceso de restauración que concluyó en el 2011.

Lo culmina una hermosa terraza almenada desde la que se contemplan el río, la sierra de Peña, el valle del Aragón y la vecina Navarra, los pueblos de Gordués y Urriés, la sierra de Leyre, los montes de Santo Domingo, Luesia y Uncastillo. Y, bajo tierra, todavía permanecen parte de los subterráneos, que bien pudieron servir como vía de escape, si era necesario. Algunos mayores del lugar, todavía recuerdan sus correrías infantiles por estos túneles.

Las gentes del valle

Nueve municipios, con poco más de 300 habitantes empadronados, pero fajados por un rico patrimonio artístico, cultural y natural, nutren la Bal d’Onsella.

En Navardún, además de la emblemática torre, su entorno brinda al viajero numerosos senderos bien señalizados de gran valor paisajístico, en los que reencontrarse con la naturaleza; el caserío de Isuerre conserva sobrias y solariegas casonas del siglo XVII, como la antigua Casa Orcada, con su portada adintelada y enigmáticos emblemas en la fachada. Y para los apasionados del mundo de las setas, abre sus puertas en la localidad el Museo de Micología, un espacio divulgativo y muy apropiado para el turismo familiar. En Lobera de Onsella casi todas sus casas son de piedra. Asentadas en angostas y cuidadas calles, lucen grandes portalones adovelados que aún conservan sus puertas de siglos pasados, símbolo, como sus escudos, de las familias pudientes. Lobera mantiene también con gran pureza una peculiar tradición: el rito del ‘paso del herniado’. La noche de San Juan, a las doce en punto, los niños que padecen esta enfermedad son pasados a través del tronco de un roble joven, abierto a hachazos.

El pueblo más montañés

Longás, donde todo el año es temporada de setas, es el pueblo más montañés y conserva el ambiente pirenaico en sus casas y chimeneas. Desde aquí, se puede acceder al punto más alto del Paisaje Protegido de la Sierra de Santo Domingo, con su ermita del mismo nombre.

Especial aspecto señorial luce el casco urbano de Urriés, por cuyas ventanas se escapa el aroma a cocina de leña y a buen guiso. Ineludible en su recorrido: la parroquia de San Esteban con su portada románica original, resguardada en el interior, y una hermosa pila bautismal.

Ya en la zona norte, en el valle de Los Pintanos, nos esperan Undués Pintano, con sus chimeneas troncocónicas y casonas familiares, y Pintano, que todavía se envuelve en parte de su antigua muralla medieval.

La Capilla Sixtina del románico aragonés

Arrancadas en 1966 y trasladadas en 1970 al Museo Diocesano de Jaca –son la joya de la colección–, las pinturas murales de la iglesia románico lombarda de los Santos Julián y Basilisa, en Bagüés, constituyen uno de los principales conjuntos pictóricos de la Europa románica de finales del siglo XI, tanto por su magnitud como por su calidad. Por algo están consideradas por los expertos como la ‘Capilla Sixtina del románico aragonés’. Hoy, en el interior de la iglesia de Bagüés, sus muros se cubren con algunas reproducciones. Cierra esta nómina de municipios del valle Undués de Lerda, que forma parte del Camino de Santiago, con albergue de peregrinos, y compite en casonas palaciegas y encanto medieval con los demás.

Petilla de aragón, enclave navarro en territorio aragonés

Cuenta la leyenda que Pedro II de Aragón perdió Petilla y otras fortalezas en una partida de cartas con Sancho VII el Fuerte;#aunque lo cierto es que la culpa la tuvo un préstamo que el rey navarro le hizo al aragonés. Por eso, Petilla, aunque en territorio zaragozano, es un municipio navarro ubicado en el valle del Onsella. Aquí nació el nobel Santiago Ramón y Cajal, y todavía se conserva su casa natal, que se puede visitar (hostalsantiagoramonycajal@hotmail.com).

Para visitar el torreón y el valle

Oficina de Información y Dinamización Turística en el torreón de Navardún: tel. 948 439 507. Del 1 de abril al 18 de junio y del 11 de septiembre al 31 de diciembre, el torreón y Centro de Interpretación ‘Navarra y Aragón. Reinos de frontera’, se puede visitar los viernes (16.00 a 18.00), sábados (11.00 a 14.00 y 16.00 a 18.00) y domingos (11.00 a 14.00). Del 19 de junio hasta el 10 de septiembre, permanecerá abierto de martes a domingo (11.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00 ) y los lunes festivos (31 de julio y 14 de agosto). Más información sobre los municipios de la Bal d’Onsella: Oficina de Turismo de Sos del Rey Católico (Tel. 948 888 524 y  www.sosdelreycatolico.com).