La falta de personal para vacantes obliga a los carteros a hacer cientos de kilómetros

En la zona de Castellote una sola trabajadora reparte la correspondencia a diario para once núcleos de población. Está cubriendo el traslado de un funcionario y una baja laboral

En algunas oficinas, como la de Albarracín -en la foto- el servicio al público se ha reducido drásticamente. Tan solo está abierta 3 horas al día.
La falta de personal para vacantes obliga a los carteros a hacer cientos de kilómetros
Jorge Escudero

Los sindicatos de Correos han denunciado la situación de precariedad laboral que sufren muchos de los carteros rurales, y uno de los ejemplos más sangrantes que se ha detectado en las últimas semanas es el caso de la empleada de la zona de Castellote, que para repartir la correspondencia debe efectuar a diario 121 kilómetros y recorrer once núcleos de población.


La situación de esta cartera, una trabajadora contratada por el traslado del titular de la zona de Castellote, pone de manifiesto, a juicio de los sindicatos, las dificultades que se ven obligados a padecer los profesionales "por los recortes de plantilla y ante la negativa de Correos a cubrir las vacantes". El caso de la operaria de esta zona es más problemático si cabe por el hecho de que tiene que hacer frente a la baja por enfermedad de un familiar de la titular de la oficina de Correos de Castellote, "con la sobrecarga de trabajo que esto supone", explicaron fuentes sindicales. "La cartera está doblando por que no se cubren las vacantes", matizaron.


Para los representantes de los trabajadores, con este sistema se corre el riesgo de que el reparto se llegue a realizar con retraso "y no al día", sostienen. Y consideran que, según la normativa de reparto diario, este es un servicio público que "hay que dar".Pedanías

El alcalde de Castellote, Ramón Millán, señaló que la zona de correos a la que está adscrita esta localidad tiene un problema añadido como es la presencia de numerosas pedanías y pequeños núcleos de población dispersos en el que apenas residen vecinos. Esta circunstancia complica notablemente el servicio cuando no se dispone de suficiente personal, a juicio de Millán. 


La correspondencia se distribuye en seis barrios de Castellote y cinco pedanías de esos barrios, unos núcleos comunicados unos con otros mediante tortuosas carreteras que en invierno constituyen un obstáculo añadido.


El alcalde de Castellote reconoció que muchos de los servicios que se prestan en el mundo rural "resultan deficitarios", pero agregó que si se primase únicamente la rentabilidad "media España estaría cerrada". Según dijo Ramón Millán, el reparto de la correspondencia es "un servicio público que ayuda al mantenimiento de los pequeños pueblos". A su juicio, el interés de las instituciones por proyectar Teruel como una provincia turística tropieza con los deficientes servicios que se prestan. "Cómo le vas a decir a unos turistas que quieren comprar una vivienda de segunda residencia en uno de nuestros pueblos que no podrá recibir la correspondencia al día", se preguntaba el alcalde de la localidad.


Aunque en menor grado, los problemas derivados del recorte de personal también están presentes en el servicio de correos de la capital que, según los sindicatos del sector, mantiene tres vacantes sin cubrir desde hace tiempo. "Esto supone un incremento en la carga de trabajo de la plantilla, integrada por 19 carteros", dijeron.