Teruel seguirá como una de las regiones “más perjudicadas” por la PAC al menos hasta 2017

La DGA y las organizaciones agrarias explorarán nuevas medidas para compensar a la provincia hasta esta fecha.

Teruel seguirá como una de las regiones “más perjudicadas” por la PAC al menos hasta 2017
Teruel seguirá como una de las regiones “más perjudicadas” por la PAC al menos hasta 2017
A.N.

Los agricultores turolenses no tendrán definitivamente el marco de ayudas que reclamaban para la nueva Política Agraria Común.


Tras unas últimas semanas de continuas reuniones entre el Departamento de Agricultura y las organizaciones agrarias la provincia turolense volverá a ser, según denuncian sus representantes, una de las regiones “más perjudicadas” en el reparto de los fondos europeos dedicados a la agricultura de aquí a 2020.


Con un horizonte de cinco años de nueva Política Agraria Común por delante, los agricultores y ganaderos turolenses habían puesto el grito en el cielo a pocos días de que el Ministerio de Agricultura diera el carpetazo al reparto de los fondos entre las distintas regiones españolas.


La propuesta de repartir parte de las ayudas por comarcas agrarias sitúa a los cultivos de secano turolenses entre los que menos ayudas recibirán, lo que ha provocado la indignación de los agricultores de la provincia, que tachaban al modelo propuesto para el próximo lustro como “poco solidario” tanto entre las mismas provincias aragonesas, como entre el conjunto de España.


Pues bien, tras un largo proceso de encuentros y desencuentros entre los propios sindicatos agrarios y el Departamento de Agricultura, que la semana pasada se retomó, este lunes, el área de agricultura de la DGA comenzó a comunicar a los organizaciones agrícolas turolenses que el problema no podrá ser solucionado al menos hasta 2017, momento en el cual se reabrirá el proceso de revisión de la PAC.


Un lapso de tiempo demasiado largo para los productores turolenses, que temen que “una vez más Teruel se vea relegado al último puesto en un ámbito más”.


El motivo de su reclamas residía en que el Ministerio de Agricultura, en colaboración con las Comunidades Autónomas, ha establecido para el reparto de ayudas de la PAC 2015-2020 una serie de comarcas agrícolas en función de sus cultivos y de los importes recibidos durante los últimos años.


En el caso de Aragón, esta distribución acabó con 21 comarcas (distintas a las que hay en el ámbito político), que luego se integraron en otros conglomerados mayores a nivel nacional.


Como resultado, se crearon una serie de estratos económicos, en base a la producción, que marcan la base de las ayudas a recibir, en la que la práctica totalidad de la provincia de Teruel ha sido declarada con un estrato 3 para sus campos de secano -el tercero más bajo- en comparación a los estratos 5 y 6 del resto de Aragón, o el 16 que han recibido algunas zonas de regadío en la provincia de Zaragoza o Huesca, más productivas económicamente, y que recibirán más ayudas.


Aunque para el Ministerio esta regionalización garantiza ya de por sí unos mecanismos para que el reparto de las ayudas sea equitativo entre los distintos territorios, para los productores turolenses su traslado en la práctica es muy claro: Según las estimaciones de Uaga, la ayuda base que recibirán los cultivos de secano de Teruel será de entre 70 y 80 euros por hectárea, un importe muy alejado de la media aragonesa, que en la próxima PAC superará ligeramente los 99 euros.


La falta de consenso entre los agricultores y el 'no' del Ministerio y Europa ahogaron el proceso

“Se trataba de pedir que la PAC fuera un vehículo más justo, repartiendo de mejor forma los fondos que vienen de Europa, ya que el actual modelo contribuye a que las explotaciones turolenses sigan recibiendo menos dinero y así es difícil que alguna vez se supere el déficit histórico que afecta al mapa agrícola de la provincia”, explica José Manuel Roche, presidente de la Unión de Pequeños Agricultores de Aragón (UPA), la última asociación agrícola que solicitó en bloque que se modificara el actual sistema después de que Uaga-Teruel y Asaja-Teruel se desmarcaran de sus matrices a nivel autonómico tras no conseguir un consenso para solicitar de forma conjunta al Departamento de Agricultura que se propusiera a Madrid un nuevo reparto.


Y es que, tras dos reuniones entre el área de agricultura de la DGA y las principales asociaciones agrarias que se cerraron sin fumata blanca a mediados de este mes, el Departamento dirigido por Modesto Lobón decidió mantener el actual reparto en un primer momento, hasta que las presiones realizadas por los agricultores afectados y la solicitud también desde el propio ámbito político turolense de que se reabriera el melón del reparto de ayudas forzó que se retomaran las negociaciones. 


Según explican desde la DGA, la opción que ahora se ponía sobre la mesa era unir varios tipos de cultivos bajo un mismo estrato económico y que así las ayudas fueran más equitativas.


En principio, esto hubiera hecho que los agricultores de secano de Teruel hubieran recibido algo más de dinero y que las explotaciones de regadío de Huesca y Zaragoza hubieran visto proporcionalmente reducidas sus ayudas. Alternativa que no obstante se paralizó debido a que el Ministerio de Agricultura, a instancias de Europa, no dio su visto bueno.


A partir de este martes el Departamento de Agricultura aragonés comenzará a explicar a las asociaciones agrarias los motivos por lo que esto no se ha podido llevar adelante, recordando no obstante que fue la falta de consenso interno entre los agricultores lo que ha impedido que el problema turolense se haya abordado con más margen de actuación.


“Es cierto que no ha habido todo el consenso necesario”, señala Bernardo Funes, secretario provincial de Teruel de Uaga, que no obstante cree que era algo “humanamente lógico” ya que en su opinión el Departamento nunca propuso un reparto a nivel aragonés, sino que “se partió de una situación en la que alguien tenía que ceder para proporcionar ayudas más cuantiosas para Teruel”, recalca Funes, quien hace hincapié en que el meollo del asunto está al final en que el Bajo Aragón va a salir mal parado una vez más, como en las últimas Políticas Agrarias, lo que hace que “sea difícil que el mundo rural prospere en base a la agricultura”.


Pese a todo, las organizaciones agrarias señalan que el reparto de las ayudas de la PAC con Teruel es un tema que trasciende Aragón. “Hay zonas muy similares como Ciudad Real en su estructura de cultivos que han conseguido un estrato 5, y en Huesca las comarcas del Bajo Cinca y Monegros también tienen una escala idéntica a la turolense”, explica Roche, quien apuesta por crear en un futuro escalas únicas para todo el territorio, “como ya se hace en Gales o Italia”.


Por el momento, y hasta 2017, el Departamento de la DGA ya trabaja en medidas que amortigüen el descontento turolense, como habilitar nuevos fondos del plan FITE y comenzar a trabajar con los representantes agrarios en un marco “sólido” que ayude a clarificar las reclamas de todo el territorio para la próxima revisión de la PAC.