TERUEL

El paseo del Óvalo se levantará otra vez para dar más espacio a los coches

La intervención prevista, que costará un millón de euros, incluye la reforma de la calle de Joaquín Arnau. El pavimento se sustituirá y se colocarán adoquines de basalto.

La reforma del paseo del Óvalo de Teruel para introducir el doble sentido de circulación rodada supondrá una inversión de 1.061.772 euros, una cantidad que incluye también la remodelación de la calle de Joaquín Arnau para facilitar el acceso al aparcamiento de la plaza de San Juan. El proyecto, que figurará en los presupuestos municipales de 2009, transformará radicalmente el Óvalo, reformado en 2003 con un diseño conjunto del arquitecto David Chipperfield y el gabinete b720 que recibió varios premios nacionales e internacionales.


La introducción del doble sentido en el paseo del Óvalo cuenta con el apoyo de todos los grupos municipales, salvo del PSOE, que se ha mostrado reticente. La reforma permitirá la completa peatonalización de la calle Nueva y de la mayor parte de Joaquín Arnau -del enlace con la calle Amargura hasta la entrada al parquin de San Juan-. El concejal delegado de Tráfico, Julio Esteban, señaló que esta reordenación del tráfico "permitirá avanzar en la peatonalización del Centro Histórico, responde a una demanda generalizada en la ciudad sobre la regulación de los flujos circulatorios y mejorará la seguridad vial".


La intervención, que afecta a dos calles pero tiene un carácter conjunto, incluye el traslado de la parada de taxis de la calle de San Juan a las proximidades del Centro de Salud. Además, se regularán con semáforos los pasos peatonales situados entre el viejo Viaducto y la Glorieta y entre la escultura de La Vaquilla y el colegio de los Santos Mártires.


El proyecto del Óvalo incluye la renovación del pavimento en la mayor parte de este paseo. La intervención reducirá prácticamente a la mitad el espacio peatonal porque, además de un carril para circular en la dirección La Glorieta-calle San Francisco y una zona de carga y descarga, incorporará un segundo carril para circular en sentido inverso y una zona de estacionamiento para autobuses turísticos. Entre las principales obras previstas, figura la construcción de una rotonda en la confluencia con las calles Salvador, Nueva y San Francisco. Las luminarias que delimitan actualmente la zona reservada a los coches deberán desplazarse hacia el muro de contención. Además, para incorporar el doble sentido en la curva de la Glorieta, se demolerán los muros que separan los distintos carriles para introducir una nueva señalización.