Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Oblitosaurus bunnueli, un dinosaurio de película en Teruel

Uno de los últimos dinosaurios ornitópodos descritos en el mundo, hallado en Riodeva, dedica su nombre científico al cineasta aragonés Luis Buñuel. 

Oblitosaurus bunnueli y el director de cine aragonés Luis Buñuel comparten cartel.
Oblitosaurus bunnueli y el director de cine aragonés Luis Buñuel comparten cartel.
Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis

El pasado 20 de febrero de 2024 se cumplieron 200 años desde que el naturalista inglés William Buckland (1784-1856) describiera el que es considerado como el primer dinosaurio para la ciencia, Megalosaurus. Dos siglos más tarde continúan descubriéndose nuevas especies de dinosaurios en todo el planeta, y nuestro conocimiento sobre este particular grupo de animales sigue aumentando. Aragón en general y la provincia de Teruel en particular son algunos de esos lugares en los que los nuevos hallazgos parecen no terminarse, debido a las propicias condiciones geológicas que poseen para el descubrimiento de ‘los lagartos terribles’.

El inicio de la relación entre los dinosaurios y Teruel se remonta hasta los inicios de la dinosauriología en España, con la primera documentación científica escrita sobre ellos en nuestro país. En concreto, Juan Vilanova y Piera (1821-1893) atribuyó a Iguanodon varios fósiles procedentes de Utrillas en el año 1872. También de Teruel, concretamente de Galve, proceden los fósiles del primer nuevo dinosaurio de España, Aragosaurus ischiaticus, descrito en 1987 por parte de un equipo de paleontólogos de la Universidad Complutense de Madrid y del Instituto Catalán de Paleontología.

La provincia de Teruel cuenta con un registro fósil de dinosaurios muy abundante y diverso, en yacimientos que, por lo general, abarcan desde el Jurásico Superior hasta el Cretácico Inferior (entre hace unos 155 y 100 millones de años aproximadamente). Estas características permiten considerar al sur de Aragón como una de las áreas con mayor importancia mundial para el conocimiento de la evolución de estos animales.

Uno de ellos se llama Oblitosaurus bunnueli, y es uno de los últimos nuevos dinosaurios ornitópodos descritos en todo el planeta y el último nuevo dinosaurio descrito en Aragón, el cual fue publicado científicamente en julio del año pasado por paleontólogos de la Fundación Dinópolis.

Oblitosaurus pertenece al grupo de los ornitópodos. Este grupo de dinosaurios era amplio, diverso y habitaron nuestro planeta desde el Jurásico Inferior hasta la extinción de los dinosaurios no avianos en el Cretácico Superior (aproximadamente entre hace unos 200 y 66 millones de años).

La gran diversidad de formas que encontramos dentro de los ornitópodos, junto al hecho de no tener ninguna característica especialmente destacable y llamativa común entre todos ellos, hace que desde el punto de vista científico y divulgativo sea complicado definirlos y que, en numerosas ocasiones, tengan una menor popularidad con respecto a otros dinosaurios como pueden ser los terópodos (carnívoros), los saurópodos (cuellilargos) o los tireóforos (acorazados).

Los ornitópodos se caracterizan principalmente por alimentarse de plantas, desplazarse tanto de forma bípeda como cuadrúpeda, tener un pico córneo, un cuello corto y carecer de armadura.

Además, los ornitópodos como Oblitosaurus exhiben un pulgar de la mano convertido en un espolón cónico, y reciben el nombre de anquilopolexios. Estos dinosaurios incluyen especies más conocidas, como Iguanodon o Proa (cuyos fósiles también se han encontrado en la provincia de Teruel), además de los afamados hadrosáuridos ‘picos de pato’, como Parasaurolophus o el oscense Arenysaurus.

Oblitosaurus habitó los ecosistemas costeros del este de la península ibérica durante el Jurásico Superior. Esto lo sabemos debido a que sus fósiles fueron encontrados en rocas de la denominada Formación Villar del Arzobispo en el término municipal de Riodeva, en un yacimiento que los paleontólogos de la Fundación Dinópolis descubrimos en el año 2003 y al que denominamos Barrihonda-El Humero.

Los estudios geológicos, de la mano de la sedimentología y la estratigrafía, nos indican que esta formación geológica es de carácter transicional, es decir, sus sedimentos fueron depositados en las áreas circundantes a la línea de costa. Además, el análisis y estudio de unos microfósiles marinos denominados macroforaminíferos bentónicos encontrados en las rocas de esta formación geológica han servido para determinar que estos fósiles de Riodeva corresponden a los últimos pisos geológicos (Kimmeridgiense-Titoniense) del Jurásico Superior, con una antigüedad de entre 155 y 145 millones de años.

Afloramientos jurásicos con restos fósiles de dinosaurio en Riodeva (Teruel).
Afloramientos jurásicos con restos fósiles de dinosaurio en Riodeva (Teruel).
Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis

Historia de una investigación

Los primeros fósiles de este ornitópodo ya fueron hallados en el yacimiento Barrihonda-El Humero durante la primera década del presente siglo. Incluso algunos de ellos habían estado expuestos durante varios años en las salas del Museo Aragonés de Paleontología de Dinópolis en Teruel sin ser estudiados en profundidad. La investigación ardua no comenzó hasta finales del año 2022, en el marco de una de las líneas de investigación de la Fundación Dinópolis que se centra en los dinosaurios ornitisquios ‘cadera de ave’.

Desde el inicio de los estudios en detalle de los fósiles de ornitópodo hasta su publicación en la prestigiosa revista científica internacional 'Zoological Journal of the Linnean Society’, donde ya se describe Oblitosaurus bunnueli, pasó alrededor de año y medio. Para ello es necesario utilizar la metodología científica.

El primer paso consiste en identificar anatómicamente los fósiles y analizar sus características morfológicas y biométricas. Una vez obtenida toda esa información, el siguiente paso consiste en averiguar a qué tipo de dinosaurio pertenecieron, para lo cual es necesario recurrir a la anatomía comparada. Esta disciplina es la responsable del estudio de las similitudes y diferencias en las estructuras anatómicas de los organismos y cuyo padre fue George Cuvier (1769-1832).

En nuestro caso, las conclusiones obtenidas de la anatomía comparada son la base para determinar las diferencias exclusivas de los fósiles estudiados respecto a los de cualquier otro ornitópodo conocido en el mundo con el fin de establecer un nuevo género y especie. Una vez concluido esto último, se deben determinar también las relaciones de parentesco y la posición de Oblitosaurus bunnueli en la historia evolutiva de los dinosaurios ornitópodos. Esto nos permite inferir con bastante seguridad su aspecto y tamaño.

Excavación de la extremidad posterior izquierda de Oblitosaurus bunnueli en Riodeva (Teruel)
Excavación de la extremidad posterior izquierda de Oblitosaurus bunnueli en Riodeva (Teruel)
Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis

Un homenaje a través de la paleontología

Para los autores de la investigación sobre este dinosaurio y de este artículo, la publicación científica ha ido más allá de un trabajo estrictamente paleontológico. Modestamente, también hemos pretendido dar un valor cultural adicional con el fin de fomentar la difusión del patrimonio cinematográfico de Aragón, España y México. Aprovechando que en 2023 se cumplía el 40 aniversario del fallecimiento de uno de los directores más célebres de la historia del cine mundial, el calandino Luis Buñuel, y que desde la Fundación Dinópolis también conmemoramos ese año los 25 años desde su creación por el Gobierno de Aragón, pretendimos rendir un homenaje al director universal a través de la paleontología, dedicándole el nuevo dinosaurio de Teruel.

De alguna manera se puede decir que, debido a las grandes dimensiones de los fósiles de saurópodos y estegosaurios procedentes del mismo yacimiento, los asignados a ornitópodos habían pasado algo desapercibidos y no se habían estudiado en profundidad. Por eso denominamos al género del nuevo dinosaurio, Oblitosaurus ‘lagarto olvidado’. De esta manera lo relacionamos con una de las películas más reconocidas de Buñuel y declarada patrimonio audiovisual de la humanidad, ‘Los Olvidados’. Además, el homenaje al director aragonés de la nueva especie se concreta con la denominación O. bunnueli. En definitiva, el ‘lagarto olvidado de Buñuel’ se ha convertido así en otro de los nuevos dinosaurios descritos en Aragón, del que Teruel es cabeza de cartelera.

Oblitosaurus bunnueli y sus fósiles.
Oblitosaurus bunnueli y sus fósiles.
Daniel Ayala / Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis

Un dinosaurio singular

Los fósiles de Oblitosaurus consisten en un diente, una falange de la mano y la extremidad posterior izquierda casi completa (fémur, tibia, fíbula, calcáneo, astrágalo, un metatarso y varias falanges). Sus restos aparecieron en el yacimiento Barrihonda-El Humero junto a los de otros dinosaurios, como los del mayor dinosaurio saurópodo definido en Europa, Turiasaurus riodevensis, al menos dos individuos del estegosaurio europeo Dacentrurus armatus y varios dientes de terópodos relacionados con alosáuridos (parientes del Allosaurus) y dromaeosáuridos (parientes del Velociraptor). Así mismo, otros vertebrados como la tortuga Riodevemys inumbragigas, cocodrilos y peces forman parte del extraordinario registro paleontológico de este yacimiento de Riodeva.

Si algo caracteriza el hallazgo de Oblitosaurus bunnueli es su excepcionalidad. A pesar de que a día de hoy solo conocemos una pequeña parte de su esqueleto, sus fósiles presentan una serie de características únicas diferentes a las de otros ornitópodos similares, lo que nos ha permitido definir un nuevo género y especie.

Hay que tener en cuenta, que el hallazgo de Oblitosaurus se produce en un contexto en el que fósiles de este grupo de dinosaurios son especialmente escasos y fragmentarios en toda Europa durante el Jurásico. Los análisis evolutivos revelan que Oblitosaurus está estrechamente emparentado con Draconyx, del Jurásico Superior de Portugal, y con las especies del género Camptosaurus, procedentes del Jurásico Superior de Europa y Norteamérica. Asimismo, los resultados obtenidos tienen importantes implicaciones taxonómicas para Camptosaurus. Además, nos ha permitido redefinir científicamente qué son los anquilopolexios.

Comparación de tamaño entre Oblitosaurus bunnueli y otros ornitópodos del Jurásico Superior.
Comparación de tamaño entre Oblitosaurus bunnueli y otros ornitópodos del Jurásico Superior.
Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis

Oblitosaurus presenta un tamaño inusualmente grande para lo esperado en un ornitópodo del periodo Jurásico. Las estimaciones de tamaño para Oblitosaurus sugieren que pudo haber alcanzado hasta los 7 metros de longitud, semejante a otros ornitópodos ‘más derivados’ del Cretácico Inferior (hace aproximadamente 125 millones de años), lo que lo convierte en el ornitópodo de mayor tamaño descrito en el Jurásico europeo y uno de los mayores en todo el mundo. Oblitosaurus nos permite conocer mejor cómo era la diversidad de este grupo de dinosaurios durante el Jurásico Superior europeo.

Por otra parte, desde hace años se tiene constancia de la presencia de grandes huellas de ornitópodo –de unos 25-35 cm de longitud– en toda la península ibérica; sin embargo se desconocía el dinosaurio que pudo haberlas producido. Estas huellas se encuentran repartidas en los afloramientos jurásicos de la costa portuguesa, la costa asturiana, el interior de la provincia de Valencia y en la provincia de Teruel. Ahora podemos postular a Oblitosaurus como un potencial productor de dichas huellas.

Sergio Sánchez Fenollosa y Alberto Cobos Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis

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