La consejera de Presidencia, Interior y Cultura del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández, reclamó este jueves al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que cubra las 189 plazas de guardia civil vacantes en la provincia de Teruel. Visitó la comarca del Jiloca donde señaló  que si las 189 plazas estuvieran cubiertas "la gente tendría más servicios y se sentiría más segura", recalcando que "los efectivos que hay hacen una labor encomiable, intentan llegar a todo".

Sin embargo, "el sentimiento de inseguridad y abandono que tienen los pequeños municipios es palmario", manifestó la consejera, apuntando que el 12,3 por ciento de las plazas de guardia civil están vacantes en el conjunto de España, en la provincia de Teruel más del 24 por ciento, en la de Huesca el 21 por ciento y en la de Zaragoza el 13,7 por ciento.

La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) denunció como muestra de la precariedad de las plantilla y de la dispersión de los efectivos el hecho de que ninguno de los 32 cuarteles de la provincia esté abierto las 24 horas del día, salvo la Comandancia de Teruel.

La inseguridad la viven los ciudadanos. "Lo más frustrante es que, aunque pude tomar el número de la matrícula del coche de los ladrones y de que les persiguió la Guardia Civil, no les pudieron coger". María Pilar Lorente, propietaria del estanco de Monreal del Campo, no olvida la noche del pasado septiembre en la que unos desconocidos irrumpieron en su establecimiento y, a pesar de que "saltó la alarma", le robaron tabaco y lograron escapar.

Como consecuencia de aquel incidente, la estanquera reforzó la seguridad del negocio, "aunque ya tenía bastante" asegura. "Vivimos encima del estanco y una noche oímos ruidos porque había ladrones", explicó. Desde la central de alarmas le advirtieron de que no bajase a su comercio porque alguien había penetrado en el interior. Lorente añadió que, debido al nerviosismo del momento, no supo reaccionar, pero aún así se asomó al balcón "vigilando" lo que pasaba en la planta baja y tomó nota de la matrícula del coche de los ladrones.

Más reciente es el robo sufrido por la farmacia de Villafranca del Campo, regentada por Ana Romero. El pasado diciembre los ladrones forzaron la puerta con una barra de hierro para robar el poco dinero en efectivo que había y la lotería de la comisión de fiestas. El alcalde, Miguel Ángel Navarro, afirmó que "hubo suerte" porque si los delincuentes se hubieran tropezado con algún vecino podría haber habido "daños personales".