educación

Caudé: "Somos una pequeña familia y aprendemos unos de otros"

El colegio de este municipio turolense cuenta con dos aulas que suman 17 alumnos de todos los cursos, desde infantil hasta sexto de primaria. 

Una de las dos profesoras, Laura Calomarde, junto a sus siete alumnos.
Una de las dos profesoras, Laura Calomarde, junto a sus siete alumnos.
Javier Escriche

Rellenar el registro de la estación meteorológica -temperatura o estado del cielo- es la primera actividad que realizan al comenzar las clases los 17 alumnos del colegio de Caudé, que se reparten en dos aulas, una de diez alumnos de infantil a segundo de primaria y otra con siete para los cursos de tercero a sexto.

Luego les esperan unos pequeños peces que alimentan y cuidan entre todos, el ‘emocionometro’ en el que señalan cómo se sienten ese día y ya, por último, un huerto en el que cultivan tomates, zanahorias, ajos o aguacates en función de la estación. "Por ejemplo con el huerto escolar viven en primera persona todo el proceso de una planta y no se ve en el libro hasta que se acaba olvidando, sino que lo practican e interiorizan", detalla Laura Calomarde, profesora de la clase de siete alumnos.

La convivencia de estudiantes de los tres a los 11 años hace que "unos aprendan de los otros", según reconoce Jorge Domingo, jefe de estudios en las ocho localidades que forman el CRA del Turia al que pertenece Caudé y que reúne a 160 alumnos.

Para Domingo esta es una de las ventajas y es que se crean vínculos especiales entre todos los alumnos porque "aprenden a cuidarse y ser solidarios", algo que se demuestra cuando se les ve jugar, por ejemplo, en el recreo. "Ese compromiso y ayuda entre todos aquí es el día a día y quizás en colegios más grandes con más alumnos se tienen que crear dinámicas para trabajar eso que en los colegios rurales se da por si solo", manifiesta. 

Ese espíritu de equipo se traslada también a las aulas, cuando entre ellos se explican cuestiones de matemáticas o de cualquier otra asignatura. Y es que como Domingo reconoce aquí hay que "adaptarse continuamente" a los niveles educativos y lo que piden los estudiantes

El hecho de que compartan aula alumnos de distintas edades hace que uno de tercero de primaria termine escuchando una explicación propia de sexto de primaria y pueda adquirir ese aprendizaje. "Mientras trabajas un tema de matemáticas de sexto los de cuarto son participes y se benefician de esas explicaciones", relata el jefe de estudios y también profesor de educación física. 

En el CRA del Turia una de las máximas de trabajo es la de "interactuar con el entorno" y el ir a clase en una localidad como Caudé hace que esto sea posible cada día. "Lo que en una ciudad es una excursión a la montaña aquí en Caudé es lo habitual porque se vive eso cada día", recuerda Domingo. Además, se organizan actividades de manera conjunta entre los ocho centros del CRA para que los niños y niñas puedan intercambiar experiencias y conocer nuevos espacios. 

Como apunta Domingo este centro forma parte del programa Hipatia a través del que alumnado de magisterio va a estos colegios alejados de las grandes urbes. "Lo hago porque quiero que tengan las vivencias de ser profesor en una escuela rural porque es algo que hay que vivir", concluye. 

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