El presidente del Colegio de Veterinarios de Teruel, Héctor Palatsí, ha advertido este lunes de que la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), que se transmite por la picadura de un mosquito, se está extendiendo entre la cabaña ganadera de Aragón. Ya se han declarado casos positivos en las tres provincias, si bien son todavía pocos en Zaragoza y Huesca frente a los detectados en Teruel, donde un 20% de las explotaciones de ovino del Jiloca están afectadas y lo mismo ocurre con un 40% de las instalaciones de ganado vacuno en el Maestrazgo. Además, han sido encontrados 80 ciervos muertos por esta causa en la Reserva Montes Universales de Albarracín.

Palatsí apremia a los ganaderos para que empiecen a aplicar sin más demora las medidas para prevenir esta enfermedad, que afecta a los rumiantes, tanto domésticos como silvestres, si bien en el caso de estos últimos no se puede hacer nada por controlar el avance de la patología, salvo retirar los cadáveres para eliminar ese foco de infección. La profilaxis consiste en aplicar insecticida repelente de mosquitos tanto en las instalaciones como al ganado. A los animales ya enfermos hay que administrarles suero y medicamentos corticoides para ayudarles a superar la dolencia.

"En Cantavieja ya están actuando los ganaderos, pero en el resto, no", subraya el representante de los veterinarios turolenses, que ha convocado este lunes una rueda de prensa con el objetivo de que su mensaje se difunda y "cale" entre los propietarios de los animales. "Las medidas de prevención son fáciles y debemos aplicarlas si no queremos que esto se nos vaya de las manos, porque cada día aparecen más focos", ha asegurado.

Palatsí ha expresado su preocupación por la viabilidad económica de las explotaciones, en un sector que no está, dice, "para muchas alegrías". "Debemos hacer las cosas bien para que la enfermedad no vaya a más", destacó.

No obstante, ha admitido que el tratamiento contra la Enfermedad Hemorrágica "es costoso y lo paga el ganadero". En este sentido, Palatsí ha calificado de "estupendo" que las Asociaciones de Defensa Sanitaria (ADS) vayan a solicitar ayudas destinadas a los propietarios de las explotaciones.

Hasta 8.000 euros de gasto

Jesús Cavero, miembro del equipo de veterinarios de ADS de vacuno y ovino en la provincia, calcula que en una explotación media de 50 animales en ganadería extensiva la presencia de la EHE puede suponerle al productor un gasto añadido de entre 6.000 y 8.000 euros. El ganadero se ve obligado a recoger del campo y a cuidar y supervisar a aquellos animales enfermos, lo que aumenta el gasto en mano de obra y las horas de trabajo. A ello se suman las pérdidas por la posible muerte de algún ejemplar así como el coste de los medicamentos e insecticidas repelentes.

Cavero explica que los animales enfermos tienen que estar aislados mientras que los asintomáticos pueden moverse por España pero no viajar a otros países.

El presidente del Colegio de Veterinarios de Teruel afirma que, a su juicio, lo correcto sería que se reunieran "rápidamente" las ADS y los veterinarios responsables de ellas para establecer un protocolo de actuación.

Héctor Paltasí estima que la Administración tendría que emitir unas normas que obligasen a los ganaderos a actuar, algo que ya han solicitado al Gobierno central las ADS, valorando que el problema afecta a toda España. En su opinión, también se podría elaborar un protocolo desde el Gobierno aragonés, al tener este competencias en ganadería y sanidad animal.

Para el portavoz de los veterinarios turolenses, si bien la tasa de mortalidad está siendo baja –entre el 4% y el 8% de los animales afectados–, la gravedad del problema lleva a aconsejar que también las explotaciones ecológicas usen los insecticidas para evitar el avance de la enfermedad.