Un proyecto para construir un colegio privado en Terriente acaba en los juzgados

La iniciativa planteada por la fundación Neghadá para construir un colegio privado de 120 plazas en Terriente, un pequeño municipio de la Sierra de Albarracín con apenas 200 vecinos, no consigue obtener el visto bueno del Ayuntamiento. Ambas entidades mantienen un enfrentamiento por esta causa y el asunto, agotada la vía administrativa, ha llegado al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Teruel, que ha citado el próximo día 12 de septiembre a ambas partes para que expliquen sus posturas y valorar, a partir de ellas, si debe celebrarse un juicio.

El principal punto de discusión es quién se hace cargo de la ampliación, asfaltado y mantenimiento del camino de 900 metros de longitud que conduce hasta el colegio y que, según el Consistorio, no está en buenas condiciones para el transporte escolar.

Mientras el promotor y fundador de Neghadá, Ángel Romero, considera que “por ley” es el Ayuntamiento quien debe hacerse cargo de la mejora, limpieza y conservación del camino, al ser de titularidad municipal, el alcalde, Victoriano Jordán, sostiene que, al tratarse de un negocio particular, lo tiene que arreglar la empresa, a la que acusa de no haber presentado toda la documentación requerida. “El Consistorio no está para esos gastos”, subraya el regidor.

Neghadá solicitó licencia de construcción al Ayuntamiento hace dos años, pero todavía no la ha conseguido. El colegio, cuyo proyecto educativo y de construcción del edificio ya tiene luz verde por parte del Departamento de Educación del Gobierno aragonés, se basa en la pedagogía Waldorf, un método de origen alemán que tiene en cuenta el ritmo de aprendizaje de cada niño, no utiliza libros de texto y considera que el trabajo manual y artístico es clave para el desarrollo del menor. Romero puntualiza que la idea de construir la escuela en un pequeño pueblo de la Sierra de Albarracín responde a que entre las asignaturas figuran la horticultura y la ganadería, para las cuales se necesita espacio natural.

El promotor, que en las pasadas elecciones municipales del 28-M encabezó la candidatura de Teruel Existe al Ayuntamiento de Terriente aunque no salió elegido, destaca que el Departamento de Urbanismo de la Diputación Provincial de Teruel también dio su visto bueno al proyecto al considerarlo “de interés público” y lo mismo ocurrió con la Confederación Hidrográfica del Júcar, que ha dado el permiso para que el futuro centro reciba y vierta aguas.

Crearía 20 empleos

Romero destaca que la apertura del colegio crearía 20 empleos, muy necesarios en una zona, la Sierra de Albarracín, que sufre despoblación. “Buscamos favorecer a Terriente y a toda la comarca”, subraya el promotor, quien recuerda que también puso en marcha en 2010 la residencia de mayores de esta localidad “y desde entonces hay más de 55 nuevos empadronados y 18 puestos de trabajo”.

Ángel Romero y su pareja llevan 30 años en Terriente tras decidir salir de Madrid “en busca de crecimiento personal y para salir de la rueda consumista”. Destaca que el colegio “no es un negocio, no tiene fines lucrativos y su objetivo es mejorar el entorno”. Explica que el centro educativo sería gestionado por una empresa especializada.

La construcción de la escuela requiere de una inversión de 1,6 millones de euros que se obtendría de aportaciones de particulares afines a la metodología Waldorf así como de fondos europeos y del Fondo de Inversiones de Teruel. Según Romero, el Fite ya dio su conformidad a una subvención, si bien al no ser factible la ejecución del proyecto hasta finales de 2023 por el bloqueo que sufre la iniciativa, no llegó a concederse.