derrumbe

El desescombro de la casa que se hundió en Teruel retirará 6.400 toneladas de cascotes

El Ayuntamiento se reúne con los vecinos para analizar los pormenores del proyecto destinado a extraer las ruinas y averiguar la causa del siniestro.

Una montaña de escombros cubre el solar donde estaba el bloque hundido.
Una montaña de escombros cubre el solar donde estaba el bloque hundido.
Javier Escriche

El proyecto de desescombro del edificio de cinco plantas que se hundió el pasado 13 de junio en el número 21 de la calle San Francisco de Teruel prevé retirar 6.400 toneladas de cascotes, resultantes de la destrucción de 21 pisos, además de dos plantas de garajes. Los pormenores del proyecto, redactado por la empresa Intemac, han sido analizados en la reunión mantenida este martes entre representantes del Ayuntamiento y de la plataforma de propietarios afectados.

El documento prevé que la retirada de las ruinas empiece por la calle San Francisco, donde estaba la fachada principal del inmueble, y termine por la fachada trasera, con acceso desde la calle Camino de la Estación. El volumen de escombros estimado, 4.600 metros cúbicos, equivale a la capacidad de casi dos piscinas olímpicas. El edificio se hundió tras sufrir reiteradas filtraciones en sus sótanos sin causar, afortunadamente, daños personales.

Paralelamente a la extracción de los escombros, se procederá a construir un nuevo muro de contención con pilotes ante las dudas de estabilidad que ofrece el muro original. El primer teniente de alcalde y concejal delegado de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, que ha estado presente en la reunión con los afectados del número 21, explica que el nuevo muro pantalla que garantizará la estabilidad de la calle San Francisco tendrá 12 metros de profundidad. Cruzado ha añadido que el proyecto contempla también la realización de sondeos para conocer las condiciones geotécnicas de los cimientos de la casa hundida así como del terreno sobre el que se asentaba.

El proyecto planifica la retirada de los escombros por capas, correspondiendo cada una de ellas a una planta del edificio desaparecido. Este procedimiento permitirá a los propietarios de los distintos pisos inspeccionar los escombros –que se depositarán en las instalaciones de Emipesa en San Blas– en busca de objetos personales que puedan se recuperables.

El proyecto ha sido remitido a tres empresas especializadas en desescombros –todas de fuera de la provincia– para que presenten sus ofertas para llevar a cabo la operación, con una duración estimada de tres meses. Las ofertas está previsto que lleguen al Ayuntamiento este mismo mes de agosto, para poder acometer el desescombro a partir de septiembre.

Juan Carlos Cruzado explica que a la hora de seleccionar a la empresa que acometerá los trabajos el Ayuntamiento valorará el importe económico propuesto y también el plazo de ejecución comprometido. Cruzado se ha mostrado abierto a que técnicos de los propietarios afectados y de las aseguradores implicadas estén presentes durante la limpieza del solar y puedan plantear la extracción de muestras de materiales para su análisis y para ensayos con el objetivo de averiguar las causas del derrumbamiento.

El portavoz de la plataforma de afectados del número 21, Javier Carbó, ha explicado que los damnificados han solicitado al Ayuntamiento más información sobre los informes técnicos que han servido de base para elaborar el proyecto, al considerarlos imprescindibles para evaluar la idoneidad del mismo. También estiman "importante" conocer el presupuesto de la operación.

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