Las obras de construcción del Museo de la Batalla de Teruel, paralizadas o bajo mínimos desde el pasado mayo, se retomarán en los próximos días. Los trabajos quedaron detenidos tras el desbroce realizado gracias a una declaración responsable de la empresa adjudicataria del proyecto, Gerola Transer. La continuación quedó a la espera de la concesión de la licencia de obras por el Ayuntamiento, que llegó a finales de junio. Sin embargo, desde entonces la actividad ha sido mínima y se ha limitado a instalar en el solar casetas de obra.

Este jueves, la actividad se retomará al mismo tiempo que técnicos del Gobierno aragonés, promotor del proyecto, realizan una visita de seguimiento a las obras. Desde el Departamento de Cultura señalan que "en las próximas semanas las obras aumentarán de ritmo y se podrá ver más maquinaria".

El proyecto, redactado por la empresa pública Tragsa, contempla una inversión de 2,85 millones de euros, financiados con el Fondo de Inversiones de Teruel (Fite). El Gobierno aragonés prevé que se convierta en un referente nacional e internacional sobre la Guerra Civil. La obra iniciada corresponde a la primera fase del proyecto, con 1.100 metros cuadrados de planta y que habilitará 700 metros cuadrados de exposición, con una atención especial a la batalla de Teruel, que se libró entre diciembre de 1937 y febrero de 1938 y fue una de las más decisivas de la contienda.

Desde el Ayuntamiento indican que la empresa planteó la posibilidad de realizar alguna modificación en el tráfico de la avenida de Zaragoza para compatibilizarlo con la entrada y salida de camiones. Sin embargo, finalmente, no serán necesarias medidas especiales y, según confirma la concejala delegada de Tráfico, Ana Oliván, la única afección será la eliminación de dos plazas de estacionamiento para facilitar el giro de acceso al solar.