Igor el Ruso, condenado a cuatro años de cárcel por atacar a funcionarios de la prisión de Palencia

La trayectoria penal de Norbet Feher, el pistolero serbio que mató a tiros a un vecino de Andorra y a dos guardias civiles en diciembre de 2017, sigue sumando capítulos. Feher, alias Igor el Ruso, acaba de ser condenado a cuatro años de prisión por agredir a cinco funcionarios de la cárcel de Dueñas (Palencia) cuando se disponían a sacarlo de la celda para su traslado al penal de Zuera para, desde allí, ser escoltado hasta la Audiencia Provincial de Teruel en abril de 2021 para ser juzgado por el triple crimen de Andorra. La condena por los tres asesinatos fue de prisión permanente revisable y Feher la cumple actualmente en la prisión de Huelva.

Cuando los funcionarios le comunicaron en abril de 2021 que tenía que dejar su celda de Dueñas para emprender viaje rumbo a Teruel, Feher se negó en redondo y se enfrentó a golpes con los empleados de la prisión, a los que, además, atacó con un cuchillo rudimentario que había fabricado con un fragmento de baldosa.

A raíz de la denuncia presentada por cuatro trabajadores del centro penitenciario que resultaron lesionados, se inició un procedimiento judicial que culminó el pasado día 26 con la condena a cuatro años de cárcel por el delito de lesiones por el Juzgado de lo Penal número 1 de Palencia. La pena, aceptada por el recluso -defendido por el abogado defensor, Juan Manuel Martín Calvente-, incluye también indemnizaciones que suman 51.500 euros por los daños sufridos, una sanción testimonial porque el condenado carece de recursos para afrontarla.

«Mataros me saldrá gratis»

Según relata la sentencia, Norbert Feher desafió a los funcionarios a intentar extraerlo de su celda y les amenazó: "Vuestras muertes me van a salir gratis". No fue la única expresión intimidatoria proferida durante el incidente porque, según recoge la resolución judicial, les dijo a los empleados de la cárcel que "iba a matar a quien entrara porque había venido a este mundo a impartir justicia". Uno de los agredidos especificó en el juicio que también les retó: "Entrad a por mí, voy a muerte".

En un primer momento, entraron en el habitáculo del recluso cuatro funcionarios, a los que a continuación se sumaron otros "seis o siete". Norbert Feher se abalanzó sobre ellos propinándoles "numerosos golpes y patadas", según relata la sentencia. Además, esgrimió "un trozo de azulejo afilado" con el que llegó a pinchar el chaleco de protección de uno de los trabajadores. 

Como consecuencias de la pelea, cinco funcionarios presentaron traumatismos y contusiones. Uno de los heridos sufrió la rotura de un menisco, otro una fractura en el dedo índice y otro un esguince cervical. Los periodos necesarios para recuperarse de las lesiones oscilaron entre 27 y 254 días.

Los cuatro denunciantes sostuvieron en el juicio que no habían recibido ninguna formación específica para enfrentarse a la resistencia violenta de Feher, catalogado como interno muy peligroso y de especial seguimiento.

Los denunciantes critican que solo los primeros cuatro funcionarios que entraron en la celda disponían de cascos y estos no tenían protección para el cuello y estaban "en muy mal estado". Tampoco tenían trajes de seguridad para todos los actuantes y solo pudieron disponer de ellos los cuatro primeros en enfrentarse con Feher. La acusación particular esgrimía las deficiencias de preparación y equipamiento para pedir la responsabilidad subsidiaria del Estado, una opción que fue desestimada por el tribunal.

Pero la Administración tuvo en cuenta lo ocurrido y, como consecuencia de la utilización por Feher de un fragmento de azulejo afilado como arma improvisada, eliminó las baldosas de todas las celdas de la cárcel de Dueñas y las sustituyó por una capa de pintura.

La condena a cuatro años de prisión aceptada por Norbert Feher se añade a la de ocho años de encarcelamiento por robos y daños cometidos entre Albalate del Arzobispo y Andorra en los días previos al triple crimen, a la de 21 años por disparar contra dos vecinos de Albalate que resultaron malheridos el 5 de diciembre de 2017 y, sobre todo, a la sentencia de prisión permanente revisable por haber asesinado a tiros el 14 de diciembre de 2017 a los guardias civiles Víctor Caballero y Víctor Romero así como al ganadero andorrano José Luis Iranzo. El día 15 de diciembre el pistolero fue detenido por la Guardia Civil en Mirambel y, desde entonces, ha pasado por distintos centro penitenciarios.