Teruel

Absuelto el guardia civil que mató a tiros a un joven con esquizofrenia en Andorra

La Audiencia de Teruel exculpa también al agente que dio una patada al enfermo cuando este ya había caído al suelo

Los dos agentes acusados entran a la sala de la Audiencia para ser juzgados el pasado mes de junio.
Los dos agentes acusados entran a la sala de la Audiencia para ser juzgados el pasado mes de junio.
Antonio García/Bykofoto

La Audiencia Provincial de Teruel ha absuelto al guardia civil que la tarde del 11 de enero de 2021 abatió mortalmente con tres disparos de su arma reglamentaria a un joven de 30 años, Joel García, que estaba sufriendo un ataque de esquizofrenia en su casa de Andorra.

El tribunal concluye que el agente actuó en cumplimiento de su legítimo deber y en defensa propia, al considerar probado que Joel, con gran agresividad y armado con un destornillador, se abalanzó sorpresivamente sobre el guardia civil poniendo en peligro su vida y la de los compañeros que habían acudido para reducir al joven.  

Asimismo, la Audiencia exculpa a otro agente que lanzó una patada al brazo derecho de Joel cuando este estaba ya en el suelo tras haber recibido los disparos. Las magistradas que forman el tribunal consideran que el objetivo de este guardia civil era desarmar al joven y que, por tanto, también este efectivo actuó en cumplimiento de su deber.

En la sentencia, hecha pública este lunes, se relata que el joven que sufría el brote psicótico había amenazado a su padre esgrimiendo un destornillador y después cogiéndolo por el cuello, una situación que atemorizó a los progenitores, quienes llamaron al teléfono de emergencias 061 pidiendo ayuda.

Tras la llegada de los servicios médicos y de una patrulla de la Guardia Civil, el joven también amenazó a estos diciendo que si subían a buscarle los mataba, indica el documento judicial. Tras intentar, sin éxito, dialogar con Joel, los profesionales sanitarios decidieron que debería procederse a una reducción forzosa para posteriormente administrarle la medicación oportuna y trasladarlo al centro hospitalario, momento en que empezaron a actuar los agentes de la Benemérita. 

El abogado que representó a la acusación particular en nombre de la familia de la joven víctima, Carlos Guía, solicitó en el juicio para el agente que efectuó los disparos cinco años de prisión por un delito de lesiones en concurso con otro de homicidio imprudente, así como otros cinco de inhabilitación y una indemnización de 500.000 euros de la que hacía responsable civil subsidiaria a la Dirección General de la Guardia Civil.

La familia de Joel también acusó a este agente de las lesiones sufridas por el hermano de la víctima al impactarle accidentalmente uno de los disparos en una rodilla.

Al segundo agente le imputó las lesiones sufridas en la mano derecha por la víctima al caer al suelo a causa de la patada que le propinó para hacer que tirara el destornillador, que todavía esgrimía en esos momentos, delito por el que le instó una condena de dos años de prisión.

Para el abogado de la acusación particular, la actuación de los agentes de la Guardia Civil fue "desproporcionada", argumentando para ello que el joven solo llevaba en la mano un destornillador.

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