Las obras de mejora del puente de la Equivocación de Teruel –una de las principales entradas a la ciudad al canalizar buena parte del tráfico procedente de Zaragoza– comenzaron este lunes tras seis años de intentos fallidos al fracasar tres procesos de adjudicación a otras tantas empresas constructoras. La infraestructura soporta un intenso tráfico al permitir también la conexión entre el casco histórico y los barrios del Pinar y Jorgito.

Las obras están siendo realizadas finalmente por la empresa estatal Tragsa, que empleará tres meses y una inversión de casi 300.000 euros para reparar el deteriorado puente. El arranque de los trabajos ha obligado a cortar el carril de salida de la ciudad y el tráfico es desviado por la Avenida de Zaragoza y la Variante Sur.

La construcción, que data de 1954, tiene desperfectos en el tablero, las pilastras y los vanos, originados principalmente por filtraciones de agua debidas al mal estado de la capa de rodadura. El concejal de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, explica que las obras servirán para reparar los dos peligrosos socavones que hay en el tablero y cuyo paulatino crecimiento estaba haciendo cada vez más difícil la circulación. Tras ello, se impermeabilizará la calzada y se reconstruirá el pavimento.

Las aceras y las barandillas originales serán restauradas y se colocarán nuevos elementos de protección del peatón entre las aceras y el espacio destinado al paso de vehículos. Además, se instalará un nuevo alumbrado público y se mejorará la estética del puente, de 112 metros de longitud y cinco vanos, que debe su curioso nombre popular –el oficial es puente de los Franciscanos– a un error en su construcción que obligó a modificar uno de sus vanos porque el tren no podía pasar por debajo.

Tragsa actuará también en la consolidación de las pilastras, si bien Cruzado asegura que "no hay ningún riesgo de hundimiento ni de falta de estabilidad en el puente". Las obras incluyen la instalación de una nueva línea eléctrica de media tensión que mejorará el suministro al barrio de Jorgito.

La primera adjudicación de las obras, en 2017, se frustró porque la empresa no formalizó los trámites y el Ayuntamiento tuvo que anular el contrato. Un segundo concurso quedó desierto y en el tercero fue la constructora la que rescindió el acuerdo al modificarse el proyecto con un alto incremento del coste.

Vasos reutilizables para la Vaquilla

El Ayuntamiento de Teruel adquirirá vasos reutilizables para la próxima fiesta de la Vaquilla –del 7 al 10 de julio– con el objetivo de reducir las decenas de toneladas de basura que son recogidas de las calles cada año tras esta celebración multitudinaria. Para ello, acordó en el pleno municipal celebrado este lunes –penúltimo de la legislatura– incrementar en 5.000 euros la partida de festejos populares. Falta por articular el sistema que incentive a los vaquilleros a utilizar estos recipientes que podrán usarse varias veces.

El pleno, además, aprobó un proyecto para dotar de iluminación la Carretera de Alcañiz entre la gasolinera Civera y la autovía, una zona ahora en total oscuridad que en el Plan General de Ordenación Urbana aparece como área de crecimiento de viviendas. No obstante, la actuación está pendiente de la obtención de financiación a través de fondos europeos.

Igualmente obtuvo luz verde la elaboración y colocación de la escultura de un dinosaurio Turiasaurus de 10 metros de altura en la rotonda de la N-234 a la entrada de la ciudad por la zona de Dinópolis.