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Diez mil cabezas de ganado trashumante de Teruel, 'atrapadas' en Toledo y Ciudad Real por la viruela ovina

Los rebaños no pueden emprender el viaje de regreso a la Sierra de Albarracín porque la epidemia impide cualquier desplazamiento.

Elías González, ganadero trashumante de Villar del Cobo que inverna en el valle de Alcudia (Ciudad Real).
Elías González, ganadero trashumante de Villar del Cobo que inverna en el valle de Alcudia (Ciudad Real).
Heraldo.es

En torno a 10.000 ovejas de ocho pastores trashumantes de la Sierra de Albarracín y del Maestrazgo están atrapadas en los pastos de invierno de las provincias de Toledo y Ciudad Real debido a una epidemia de viruela ovina declarada en ambas provincias que impide los desplazamientos de ganado para trasladarse a las sierras turolenses para pasar el verano. 

Los ganaderos se han dirigido a los gobiernos de Castilla-La Mancha y Aragón en busca de una solución porque, como indica uno de los afectados, las fincas para la invernada están arrendadas solo hasta finales de mayo y, una vez terminado el periodo de alquiler, se quedarán sin un lugar para apacentar las reses.

Los ganaderos alertan de que la permanencia en las fincas de invernada más allá del plazo habitual les generará también costes añadidos porque, debido a la sequía, apenas existen pastos y hay que llevar agua a los rebaños. Un ganadero de Guadalaviar con su rebaño de 1.000 cabezas en Mestanza (Ciudad Real), Bautista Belenchón, mostraba este jueves su impotencia ante la situación. "Al terminar mayo tengo que dejar la finca y dónde me iré entonces", se preguntaba.

Belenchón agrega que, si al concluir el plazo de arrendamiento de las fincas donde ha pasado el inverno se queda sin pastos para su ganado, tendrá que ponerse "sí o sí" en camino de vuelta a la Sierra de Albarracín. Según sus cálculos, la falta de alimento y de agua por la sequía le acarrea un gasto extra de unos 6.000 euros al mes. 

Otro ganadero afectado por la inmovilización, Elías González, de Villar del Cobo tiene su rebaño de 1.500 cabezas en el valle de Alcudia (Ciudad Real). Se siente "discriminado" porque rebaños que han invernado en fincas cercanas pero de la vecina provincia de Cuenca han podido emprender el camino hacia los pastos de verano porque la provincia conquense está libre de la viruela del ovino. 

González considera que, al estar a unos 200 kilómetros del foco de la epidemia, la Administración debería permitir la partida de su ganado hacía la Sierra de Albarracín. Los ganaderos afectados han remitido escritos a los gobiernos de Castilla La Mancha y Aragón en busca de una solución.

Desde la DGA admiten que la situación de los trashumantes turolenses derivada de la epidemia de viruela ovina es muy "complicada" ante la imposibilidad de desplazar los rebaños de vuelta a la provincia. Añaden que la autorización para poder viajar hasta la Sierra de Albarracín corresponde al Ministerio de Agricultura, pero esté a su vez depende de normativas europeas que impiden los desplazamientos en las zonas infectadas, salvo camino de los mataderos.

Sonia Moreno, ganadera trashumante de Villar del Cobo con el ganado inmovilizado por la viruela del ovino.
Sonia Moreno, ganadera trashumante de Villar del Cobo, con el ganado inmovilizado por la viruela del ovino.
Heraldo.es

El director general de Calidad y Seguridad Alimentaria, Enrique Novales, está "en contacto permanente por este tema tanto con el Ministerio como con los ganaderos afectados", señala un portavoz del Departamento de Agricultura y Ganadería.

Una fuente del Gobierno aragonés señala que "no se pueden aplicar los mismos protocolos que para el caso de la lengua azul, porque para la viruela no existe vacuna". "En Aragón -continúa- corremos el riesgo de que entre la enfermedad perjudicando gravemente al conjunto de la ganadería y en cualquier caso los controles deben realizarse en Castilla La Mancha, antes de producirse ningún movimiento, que por otra parte está ahora mismo prohibido". El mismo portavoz apunta, no obstante, la posibilidad de que "a final de mes podría haber una nueva revisión del protocolo comunitario." 

El alcalde de Guadalaviar -localidad de origen de la mayoría de los trashumantes con el ganado inmovilizado-, Rufo Soriano, manifiesta su preocupación por la situación que atraviesan sus convecinos. Señala que los pastores que han invernado en Andalucía pueden regresar a la Sierra de Albarracín, pero sin pasar por las provincias infectadas, lo que obliga a dar un rodeo por la Comunidad Valenciana. 

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