El viento cambiante y por momentos desfavorable para la provincia de Teruel, al llevar hasta allí el humo del incendio que desde el pasado jueves quema los bosques de las zonas limítrofes entre Teruel y Castellón, obligó a mantener este martes el desalojo de ocho vecinos de tres pedanías de San Agustín: La García, Mas de Caballero y Mas de Pastores. Tras retirarse el fuego hacia la Comunidad Valenciana el pasado domingo, estas personas, como el resto de los 250 evacuados de municipios turolenses, regresaron a sus casas, pero al día siguiente tuvieron que volver a salir de ellas al ser las circunstancias de nuevo adversas.

"Están muy apenados y se han llevado un disgusto por tener que abandonar otra vez sus viviendas cuando pensaban que todo volvía a la normalidad", afirmó el alcalde de San Agustín, Daniel Riera, quien ha solicitado al Gobierno aragonés que no ordene la vuelta a las casas "hasta estar bien seguro todo, porque el trastorno para los afectados es importante".

Nicolae, un vecino de Mas de Pastores realojado por segunda vez en la pensión municipal de San Agustín al regresar el humo a la pedanía, explicó que, "en apenas unos minutos" tuvo que volver a hacer la maleta llevándose los alimentos que acababa de comprar para que no se estropearan. Lamentó que su mujer, que acudirá en una semana, "se va a encontrar destrozado un sitio que era precioso".

El Consejo de Gobierno de Aragón ha acordado instar al Estado a declarar zona catastrófica el área afectada por el incendio de Teruel y Castellón de cara a la reparación de los daños causados. Incluye los municipios de San Agustín y Olba con todos sus barrios y pedanías, donde ha habido daños ambientales que tardarán años en curar así como afecciones a parcelas agrícolas e infraestructuras agropecuarias y a viviendas.

Este martes, el viento de mar a tierra, que es el que perjudica a Teruel, amainó a ratos, reduciendo su velocidad hasta solo 20 kilómetros por hora, pero al no asegurarse esta situación la DGA decidió, como medida de precaución, continuar con el desalojo, a la espera de tomar este miércoles una determinación.

Habitantes de la comarca recaudan fondos para ayudar a los tres vecinos de La García cuyas respectivas viviendas han sido pasto de las llamas. Si bien el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prometió respaldo económico a los afectados en su visita el pasado lunes a la zona, la población ha querido mostrar su cara más solidaria y ya ha recaudado 5.000 euros. En una nota, resaltan que los afectados "se han quedado sin nada en un paisaje dantesco" y afirman que las ayudas van destinadas a que estos "puedan hacer frente a las primeras semanas de duelo".

El fuego, que ha quemado 4.300 hectáreas –800 en Teruel– sigue muy activo en Castellón, donde ayer trabajaban 23 medios aéreos, bomberos de distintas instituciones apoyados por efectivos de Aragón y la Unidad Militar de Emergencias (UME). La consejera de Presidencia de la DGA, Mayte Pérez, llamó a "la cautela y la prudencia" a la hora de acordar la vuelta a casa de los desalojados de San Agustín. El operativo aragonés siguió asegurando anoche el flanco turolense con la labor de cuatro cuadrillas terrestres y otras tantas autobombas, tres agentes forestales, dos técnicos y un convoy de Castilla La Mancha.

Buscan bombas para evitar que estallen

Los equipos de detección y eliminación de explosivos de la Guardia Civil intervinieron dos veces desde que se desató el incendio para localizar y destruir de forma controlada bombas de la Guerra Civil en Olba antes de que estallen accidentalmente con la llegada del frente de las llamas. En el lugar investigado, con restos de trincheras de la contienda, sospechan que podía haber artefactos explosivos sin detonar. El pasado día 25 realizaron la búsqueda cinco efectivos del Equipo de Búsqueda y Localización de Explosivos (EBYL) y del Grupo Especial de Desactivación de Explosivos (Gedex) y la operación se repitió ayer a cargo del EBYL sin resultado.