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Fuentespalda y Ráfales recuperarán 399 piezas ibéricas y del Bronce expoliadas en los años setenta

El Museo de Teruel restaura los materiales, cedidos por el Museo de Amposta, antes de exponerlos en las dos localidades.

La restauradora Pilar Punter con dos de las piezas más relevantes de la colección y, tras ella, Diego Piñeiro, Manuel Rando y Jaime Vicente.
La restauradora Pilar Punter con dos de las piezas más relevantes de la colección y, tras ella, Diego Piñeiro, Manuel Rando y Jaime Vicente.
Antonio Garcia/Bykofoto

El Museo Provincial de Teruel acaba de recibir un lote de 399 piezas procedentes de dos yacimientos arqueológicos del Matarraña y que estaban almacenadas en el Museo de les Terres de l’Ebre de Amposta (Tarragona) para su limpieza y restauración con el objeto de organizar dos exposiciones en las localidades de procedencia, Fuentespalda y Ráfales

Los materiales, con dataciones que oscilan entre 1.500 años y el siglo V antes de Cristo, permitirán conocer mejor la Antigüedad en el Matarraña a través de piezas que, el algunos casos, son únicas, como un decantador de líquidos sin paralelos en la arqueología.

La colección, cedida por cinco años -prorrogables por otros cinco- por el Museo de Amposta, tiene su origen en las excavaciones realizadas en los años setenta y ochenta del siglo XX por un aficionado a la arqueología, Josep María Urbiego. Los materiales extraídos fueron entregados por su heredero, Jesús Bru, al centro expositivo tarraconense. 

La negociación entre los museos de Teruel y Amposta ha permitido el traslado del fondo al Museo Provincial y con las miras puestas en que se queden definitivamente en la provincia, según ha adelantado el presidente de la Diputación Provincial -institución de la que depende el Museo Provincial-, Manuel Rando, que ha destacado la buena disposición del Museo de Amposta durante las negociaciones.  

Figurilla de un animal cuadrúpedo correspondiente a un colgante de hierro.
Figurilla de un animal cuadrúpedo correspondiente a un colgante de hierro.
Antonio Garcia/Bykofoto

El director del Museo Provincial, el arqueólogo Jaime Vicente, ha señalado que la procedencia de las piezas -una excavación sin control de la Administración- complica la investigación de los materiales, porque están “descontextualizados” y porque las intervenciones de que han sido objeto no han seguido criterios científicos, aunque ha admitido que las actuaciones “no se hicieron particularmente mal”.

La mayoría de las piezas, 301, proceden del yacimiento de principios del periodo iberico del Tossal de les Vinyes, en Ráfales, y se corresponden con el siglo V antes de Cristo en adelante. Las restantes 98 piezas se extrajeron en la Cova de la Ribera del Tastavins en Fuentespalda y se remontal a la Edad del Bronce, hace 1.500 años.

Entre los materiales trasladados, destaca un gran vasija del Bronce prácticamente completa, un recipiente del siglo V antes de Cristo único y que podría ser un decantador para separar las impurezas de un líquido y un colgante de hierro que representa a un animal cuadrúpedo.

La restauradora Pilar Punter explica que las piezas no presentan problemas de conservación graves, pero su restauración puede resultar más complicada que si se acabasen de extraer del yacimiento porque han sido sometidas a procesos de reconstrucción con tratamientos inadecuados, que en algunos casos deberán ser revertidos.

El diputado delegado de Cultural, Diego Piñeiro, ha añadido que el yacimiento íbero de Ráfales del que proceden los restos presenta una gran concentración de materiales en poco espacio y va a ser protegido mediante un vallado para evitar su expolio.

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