El Ayuntamiento de Teruel ha dado el primer paso para hacer realidad un ambicioso proyecto urbano que supondrá la transformación en una zona de paseo de las laderas que salvan la diferencia de altura entre los barrios del Ensanche y San Julián. Se trata de un recorrido lineal de unos cinco kilómetros de longitud por un talud natural que ahora está ocupado por un caótico manto de vegetación y que, tras las obras, podrá ser disfrutado por la población.

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento, integrada por concejales del equipo de gobierno PP-Cs y del principal partido de la oposición, el PSOE, aprobó este lunes adjudicar la redacción del proyecto a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Cerouno-Omgeving por un importe cercano a los 50.000 euros. El equipo redactor tiene un plazo de 10 semanas para presentar el plan básico y, una vez aprobado este documento por parte de los organismos competentes, dispondrá de otras 12 semanas para entregar el proyecto definitivo.

La actuación incluye la restauración ambiental, la intervención paisajística y el acondicionamiento para uso público de las laderas de la capital turolense que van de la Cuesta de la Enriqueta a la zona de la Plaza de Toros, el espacio entre los dos viaductos, la Ronda Tres de Abril y la Cuesta de Cofiero. Se planea ejecutar zonas de estancia y paseo, realizar plantaciones y ajardinamiento con especies de ámbito forestal y ornamental, instalar sistemas de riego, mejorar la estabilidad de los terraplenes si fuera necesario y dotar de iluminación a estos espacios.

El proyecto, que de acuerdo a los plazos fijados deberá ser ejecutado por el Ayuntamiento que resulte tras las elecciones municipales del próximo mes de mayo, contempla el trazado de una red de senderos y la rehabilitación de las escaleras que conectan la calle Alicante con la Cuesta de la Enriqueta, así como la sustitución de la barandilla de la Cuesta Cofiero. Además, deberá prever la interacción con la realización de un ascensor que conectará en un futuro el barrio del Ensanche y el de San Julián a la altura del Conservatorio de Música.

La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, detacó que la actuación no solo aportará calidad de vida a la población sino que mejorará la estética de la ciudad, pues las laderas de la Muela del Ensanche son visibles desde muchos puntos del casco urbano. "Somos unos privilegiados al tener la naturaleza dentro de la ciudad y debemos saber cuidarla y aprovecharla", afirmó la regidora.

El concejal de Medio Ambiente, José Luis Torán, agregó que el objetivo es convertir las laderas entre el Ensanche y San Julián en un nuevo pulmón verde para la ciudad, así como integrar la naturaleza en el casco urbano sin rupturas entre los dos ámbitos.