El aeropuerto de Teruel, que en 2023 cumplirá su primera década de funcionamiento, es ya el cuarto más extenso de España, tan solo por detrás de los de Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca. En menos de 10 años, la plataforma aeroportuaria turolense, centrada en el aparcamiento, conservación y reciclado de aviones, pero también en la investigación aeronáutica y espacial, ha pasado de 350 hectáreas a 550, situándose entre las primeras del país.

La ampliación, llevada a cabo para dar respuesta al crecimiento exponencial de la actividad del aeropuerto, permite triplicar el número de plazas de estacionamiento para aviones, que pasa de 132 a más de 370. Se han creado, además, nuevos suelos para facilitar la implantación de empresas vinculadas a la producción de las instalaciones turolenses.

El aeropuerto está inmerso en un proceso de expansión. A corto y medio plazo se ampliarán las actividades de mantenimiento de aviones, añadiendo la de pintura. Se construirán naves para desarrollar la tecnología de los drones, respaldar a la empresa pionera PLD Space –fabricante del primer cohete diseñado en España– y poner en marcha nuevas líneas de negocio, como la relacionada con el trabajo aéreo en la estratosfera.

El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno aragonés y presidente del consorcio que gestiona el aeropuerto, José Luis Soro, atribuye el éxito a que el modelo de desarrollo –la actividad industrial– es diferente al aplicado en otros aeropuertos. Y se muestra optimista ante el futuro. "Hemos demostrado que trabajamos con seriedad y eso nos ha permitido hacernos un hueco en el sector a nivel internacional", afirma.

El aeropuerto espera alcanzar en 2022 las 1.200 operaciones –aterrizajes y despegues–, el doble de las registradas en 2021, cuando la covid seguía frenando el tráfico aéreo. Desde que en 2013 abrió su pista de aterrizaje, suma 20.000 operaciones y ha expedido 40.000 tarjetas para el acceso de personas al espacio aéreo de sus instalaciones.

Ha salido a licitación la redacción del proyecto para construir un hangar y una nave para zepelines y avanza a buen ritmo la edificación de un hangar con capacidad para dos A-380, el avión de pasajeros más grande del mundo. Pronto se encargará el proyecto para acondicionar una nueva zona industrial. Se espera duplicar en tres años los 350 empleos directos y 500 indirectos que hay ahora.

Para el director del aeropuerto, Alejandro Ibrahim, la implantación de la sede de la Agencia Espacial Española sería, 15 años después del inicio de la construcción del aeropuerto, "un impulso y reconocimiento nacional al fuerte crecimiento del sector aeroespacial en Teruel".