La Vaquilla vuelve a Teruel este sábado con toda su fuerza. Tras dos años de pandemia, esta tarde, dos mujeres peñistas, María Domingo y Belén Martínez, subirán por la columna para poner el pañuelo rojo al Torico y dar comienzo a tres días de fiesta desatada. Por primera vez, el acto se realizará con una copia en bronce del Torico en lugar del original, que quedó destrozado hace dos semanas al derrumbarse el monumento accidentalmente.

No es la única novedad. Nunca antes en los 40 años que cumple esta tradición habían sido dos mujeres las encargadas de subir los 7 metros de columna en los que se asienta el Torico. Otras mujeres compartirán escenario con ellas. Concha López y Araceli García serán las encargadas de trasladar el pañuelico desde el Ayuntamiento hasta los pies de la fuente, donde Mamen Ferrer recogerá esta simbólica prenda para entregarlo a quienes ascenderán por el fuste.

Jorge Escudero

La decisión de que Belén y María fueran parte del elenco protagonista fue unánime por parte de toda la directiva de la peña, pues su largo recorrido en El Disloque, así como su pasión por estas fiestas, las convertía en candidatas ideales para la labor. Ambas recordaron este viernes que no pudieron contener la emoción y las lágrimas al saber que fueron las elegidas para poner el pañuelo. "Es un momento único en tu vida y una gran responsabilidad", apuntó Belén.

Belén y María tampoco han olvidado el terrible dolor que como cada turolense sintieron al saber que el Torico rodó por los suelos. Sin embargo, ambas confiaban en que se pudiera llevar a cabo este rito sin problemas y todo apunta a que así será. "Tenemos un Ayuntamiento de 10 y sabíamos que la gestión iba a ser perfecta. Dábamos por seguro que íbamos a tener nuestro pilón y a nuestro Torico para poder celebrar estas Fiestas del Ángel", apuntó María.

Sin miedo y con la ayuda de sus compañeros, treparán este sábado a las 16.45 para iniciar la Vaquilla. Con el objetivo de que todo salga bien, las dos peñistas ensayaron la escalada en la madrugada de este viernes, en un acto al que acudieron muchos vaquilleros para dar su apoyo. La prueba se desarrolló sin incidentes, aunque con tensión, confiando en que no hubiera más percances hacia el símbolo más preciado de los turolenses.

Ambas recordaron su recorrido como peñistas. "Con mis padres di los primeros pasos como vaquillera, pero he de admitir que la mayor parte de las Vaquillas las he vivido de la mano de mi marido, quien retira el pañuelo" señalaba Belén.

"Euforia y plenitud", fueron las palabras con las que Martínez describió su sentimiento al verse en la cúspide de la pirámide humana que les ayudó a trepar hasta el Torico a modo de prueba. Este fue el entrante para lo que hoy vivirán estas dos turolenses, un sueño para ellas.