Alfonso Pablo: "Las Bodas aportan la cercanía del público y provocan una auténtica catarsis"

¿Cómo se dirige una representación callejera como Las Bodas en pandemia?

Al principio tuvimos que parar los ensayos por un bum de contagios. Cambiamos las fechas de celebración. Hubo gente que no quiso intervenir y los que participan, un grupo más reducido de lo habitual, tienen asumidos los protocolos sanitarios.

¿El reparto tenía ganas de salir a la calle tras la edición online de 2021?

Sí. Todos teníamos ganas de volver y recuperar las emociones que solo genera la calle.

¿Qué aporta la presencia del público?

La versión online estuvo muy bien y salvó 2021, pero con otro lenguaje. Emocionalmente, la sensación de estar en la calle, sentir la cercanía del público y la catarsis que generan las Bodas son otra cosa.

¿Supone una motivación extra?

Sí, desde los ensayos generales. Verse en la escenografía natural y la respuesta del público generan otra emoción en el actor.

¿Los cambios introducidos en el guion de la versión presencial por influencia de la online han llegado para quedarse?

No lo sabemos. Los cambios son buenos porque permiten evolucionar sin perder la esencia. Mantenemos aspectos del guion online de 2021 y las escenas son con menos actores, pero el cambio supone un reto que da marcha.

¿Las incorporaciones han funcionado teatralmente?

Sí, pero hay que controlar espacios y tiempos. El lenguaje audiovisual es diferente del teatral.

¿Le ha ayudado contar con actores experimentados –Alba Sánchez fue Isabel de Segura en 2020 y Juan Esteban fue Diego en la versión online de 2021–?

Sí, aunque no habían trabajado juntos. Como un porcentaje alto del reparto participó en la versión online de 2021, ha llegado rodado a 2022. Aunque hay variaciones de texto y de guion, esa experiencia previa ha facilitado mucho el trabajo.

¿El traslado del broche final a un escenario montado en la plaza del Seminario en lugar de usar la balconada habitual es definitivo?

Al haber una residencia en el Seminario, no podemos usarlo. Pero de esa dificultad puede nacer una virtud, al introducir un escenario y otra disposición que creo que gustará. No sabemos qué va a pasar en un mes, como para aventurar lo que ocurrirá dentro de un año.