Teruel se prepara para celebrar el próximo fin de semana, del 24 al 27 de marzo, una nueva edición de las Bodas de Isabel, que en esta ocasión y ante la buena evolución de los datos pandémicos, será presencial. La calles ya se han engalanado con banderines alusivos a la fiesta, con la que la ciudad regresa al siglo XIII convirtiéndose en una villa medieval, y a partir de este jueves registrarán cortes de tráfico y diversos cambios para favorecer el desarrollo de la recreación medieval.

Según ha informado el Ayuntamiento, se suprimirán plazas de aparcamiento en el Centro Histórico, las rondas Dámaso Torán y Ambeles, la calle José Torán, el entorno de la plaza de toros y la calle Magisterio.

Desde las 8.00 de este jueves se cortarán al tráfico rodado las calles Santa Emerenciana y José Torán para dar comienzo al montaje del mercadillo, mientras que la calle Magisterio, habitualmente de un solo sentido, será de doble dirección para facilitar el acceso y salida de los usuarios de la residencia de mayores y de los agentes de la Unidad Adscrita del Cuerpo Nacional de Policía al Gobierno aragonés. 

Ese mismo día arrancará, a las 15.00, el montaje de las haimas de la ciudad, que este año no sumarán más de 70 -la mitad que en otras ediciones- ante el temor de muchos grupos de vecinos de sufrir contagios.

También desde las 15.00 de este jueves y hasta el lunes, 28 de marzo, quedarán suprimidas las paradas de autobús urbano del Paseo del Óvalo y la calle Joaquín Arnau. Por otro lado, el Ayuntamiento ha habilitado un servicio de bus urbano nocturno las noches del viernes y sábado que conectará la Carretera de Alcañiz, las rondas Dámaso Torán y Ambeles, el Viaducto y la Avenida de Sagunto con la explanada de Los Planos, donde tendrán lugar algunos de los actos.