Teruel
El carbono 14 revela que la producción de sal de Arcos de las Salinas se remonta a hace 5.200 años
Las pruebas realizadas con dos fragmentos de carbón vegetal usado para cocer la salmuera revelan que se utilizaron en el Neolítico, un milenio antes de lo que se creía.
La producción de sal en Arcos de las Salinas se remonta a hace 5.200 años, casi un milenio antes de lo estimado tras las primeras prospecciones arqueológicas de la zona, realizadas en 2020 por la Fundación Reales Salinas de Arcos. Las dos muestras de carbón vegetal extraídas durante la excavación de un yacimiento prehistórico remitidas al laboratorio Beta Analytic Radiocarbon Dating de los Estados Unidos han revelado que la producción salina se remonta a 3.200 años antes de Cristo, frente a la anterior estimación en 2.500 antes de Cristo.
La excavación se desarrolló el pasado mes de septiembre durante una semana y con la participación de un equipo de cuatro arqueólogos encabezado por Mariano Ayarzagüena, miembro de la Sociedad Española de Historia de la Arqueología (SEHA) y de la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero (Sedpgym). Las piezas extraídas, principalmente fragmentos de cerámica, acaban de ser entregados al Museo Provincial de Teruel para su conservación e investigación.
Vasijas
Los fragmentos de cerámica desenterrados durante la excavación del yacimiento Salinas de Arcos 2 en septiembre de 2021 han sido depositados en el Museo Provincial de Teruel para su conservación y estudio. Desde esta institución cultural señalan, tras una primera inspección, que se trata de materiales "muy interesantes". El enclave donde han aparecido estuvo ocupado para la producción de sal del 3.500 al 1.000 antes de Cristo. Las vasijas se utilizaban par "cocer" la salmuera y evaporar el agua hasta que solo quedaba un bloque de sal en el interior. Luego se rompían.
El proyecto arqueológico incluyó el envió de dos fragmentos de carbón vegetal utilizado para evaporar el agua salada con objeto de extraer la sal a un prestigioso laboratorio estadounidense para su datación precisa con Carbono 14, con la sorpresa de que se constató la producción de sal desde el Neolígico -hace 5.200 años- hasta el 1.000 antes de Cristo. Ayarzagüena destacó que, a la excepcional antigüedad de la explotación salina, se suma la constatación del único enclave de producción de sal de la Edad del Hierro -hace 3.000 años- en la Península Ibérica. El arqueólogo señaló que el sistema de obtención evolucionó y en el Neolígico se incorpora la evaporación de la salmuera en hornos, cuyos vestigios han aparecido en Arcos de las Salinas.
En la fase más antigua de la producción salina de Arcos se "cocía" la salmuera en recipientes cerámicos. Cuando el agua se evaporaba por completo, la vasija se rompía y se extraía el bloque de sal, denominado "pan de sal", para el consumo local o la comercialización. En la fase del Hierro, el fuego no entra en contacto directo con el recipiente cerámico, que se calienta dentro de un horno.
Ayarzagüena señaló que, con toda probabilidad, la producción de sal en Arcos se remonta a antes de 5.200 años porque existe otro yacimiento que no ha sido sometido a pruebas de Carbono 14 que aparenta una datación muy anterior. El arqueólogo advirtió de que se trata de un enclave "alterado" por la actividad humana, pero los restos cerámicos podrían someterse a pruebas de termoluminiscencia para fecharlos. El investigador se mostró convencido de que este análisis retrasará todavía más en el tiempo el origen de la producción salina de la localidad.
Los productores de sal neolíticos, de la Edad del Bronce y de la Edad del Hierro obtenían el agua salina del mismo acuífero que permaneció en explotación de forma ininterrumpida hasta el siglo XX. La investigación apunta a que los habitantes del yacimiento de 5.200 años de antigüedad extraían el caudal salino de afloramientos en superficie mientras que los del enclave más antiguo, probablemente, sacaban el agua de un pozo, como apunta su ubicación junto a la noria que abasteció las salinas hasta el siglo pasado.
La investigación arqueológica es una de las vertientes del proyecto que desarrolla la Fundación Reales Salinas de Arcos para "poner en valor" la salinas de la localidad, como explica la presidenta de este organismo, Silvia Collado. Otras iniciativas han sido la recuperación en 2019 de la romería que se celebraba desde el pueblo a la ermita contigua a las salinas, la restauración de la propia ermita y la redacción y aprobación de un plan director para conservar y potenciar las salinas. Este documento, redactado por el arquitecto Jorge Cornejo, está a punto de ser entregado al Gobierno aragonés para su aprobación.
Como actuación inmediata, Mariano Ayarzagüena reclama, no obstante, financiación para continuar la excavación del yacimiento que ha remontado el inicio de la producción salina de Arcos al Neolítico. Señala que el enclave es "muy interesante" y de fácil acceso porque un barranco ha cortado y dejado al aire los niveles arqueológicos.
