Un desgraciado accidente costó la vida este domingo a un joven de 24 años en la localidad turolense de Galve. El siniestro se produjo en torno a las 8.30 cuando el chico estaba ayudando a enganchar un remolque de 5.000 kilos de peso a un todoterreno y el conductor de este último estaba maniobrando marcha atrás y trataba de acoplarlo al enganche. Por motivos que se desconocen, el vehículo se desplazó y el joven quedó aprisionado entre ambos. Las lesiones que sufrió fueron tan graves que le causaron la muerte.

El accidente tuvo lugar en el casco urbano de la localidad, entre la calle de Canales con el cruce con la calle Alta. El Equipo de Atestados del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias del suceso, que ha conmocionado a la pequeña localidad turolense. El conductor del todoterreno, que es también vecino del pueblo, prestó declaración en el juzgado en calidad de detenido como presunto autor de un delito de homicidio imprudente y quedó en libertad provisional, según informaron fuentes de la Benemérita.

El alcalde de Galve, Francisco Sangüesa, se mostró muy afectado por el trágico accidente que se ha cobrado la vida de un vecino del pueblo tan joven. «Ha sido un desgracia, ha tenido la mala suerte de que le ha pillado entre el coche y el remolque», manifestó. El regidor no quiso especular sobre las circunstancias del accidente puesto que indicó que no había estado presente y reiteró que era un golpe duro para todo el pueblo.

El caso será investigado ahora por un juzgado de Instrucción de Teruel que determinará que tipo de ilícito se ha cometido. El Código Penal castiga con penas de prisión de uno a cuatro años al que por imprudencia grave causare la muerte de otro. Cuando el homicidio imprudente comete utilizando un vehículo a motor o un ciclomotor, se impone además la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de uno a seis años.