Teruel

Final feliz para Ares, la perra que huyó tras sufrir un atropello en Teruel

Fue encontrada en buen estado a 5 kilómetros de donde ocurrió el accidente, tras movilizarse decenas de personas en su búsqueda

Jordi y Rebeca, con sus dos perros, Ares y Golfo, en el área de caravanas de Teruel.
Jordi y Rebeca, con sus dos perros, Ares y Golfo, en el área de caravanas de Teruel.
M. A. M.

Jordi y Rebeca, dos vecinos de Barcelona, no olvidarán sus vacaciones en Teruel. Este miércoles preparaban su regreso a casa cuando Ares, su perra de raza rottweiler de poco más de un año de edad, sufrió un atropello en las proximidades del área de estacionamiento de caravanas -donde ha pernoctado la pareja en los últimos días- y huyó despavorida hacia el monte.

La desesperación de sus dueños al perder la pista de su mascota y temer que estuviera malherida hizo que se movilizaran en su búsqueda agentes de la Policía Nacional, la Policía Local y la Guardia Civil, además de miembros de la protectora de animales Amigo Mío y viandantes que recorrían la zona entre las 21.00 y las 22.00 de este martes, cuando se produjo el accidente. En pocos minutos, las redes echaban humo tratando de ayudar a Jordi y Rebeca. La pareja calcula que entre aquellos que se personaron en el lugar para tratar de encontrar a Ares y los que alertaron de su pérdida en Internet, más de 60 personas se implicaron en el suceso.

Fueron dos voluntarias de Amigo Mío quienes, tras recorrer con su coche los caminos que surcan el entorno natural que rodea el área de caravanas durante tres horas, localizaron al animal. Ares fue encontrada sobre las 2.00 a 5 kilómetros de donde se produjo el atropello, sobre un montículo del parque de la Fuentecerrada. La perra estaba aterrorizada, pero sana y salva. El chequeo que le realizó después una veterinaria no reveló heridas de consideración.

"Estamos muy agradecidos a todas las personas de Teruel que nos han ayudado; ha sido increíble el apoyo que nos han dado; nunca olvidaremos esta ciudad tan preciosa y con una gente tan solidaria", explicaba este jueves Rebeca. Durante toda la jornada, la pareja ha estado recibiendo llamadas de vecinos interesándose por lo ocurrido.

Jordi relata que el atropello se produjo cuando Ares, tras oír un ruido extraño, se sobresaltó y salió corriendo del descampado en el que se encontraba con su dueño, sin darse cuenta de que se metía en la calzada de la explanada de Dinópolis, por la que circulan coches. Uno de ellos, aunque intentó frenar, le dio un golpe y la perra huyó del lugar descontrolada.

Rebeca y Jordi adoptaron a Ares después de que esta fuese abandonada por sus primeros dueños y recogida por una protectora de animales de Andalucía. Este jueves a mediodía, agotada tras una noche aciaga, descansaba plácidamente bajo la mesa de la caravana en la que almorzaban sus propietarios. Golfo, un yorkshire con el que comparte colchoneta, le hacía compañía. 

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