patrimonio

La catedral de Albarracín recupera un retablo renacentista adaptado a los gustos del siglo XVIII

La pieza decora la Parroquieta, una capilla que debido a las grandes dimensiones del templo catedralicio se adaptó para uso cotidiano.

Trabajos de restauración del retablo de la Parroquieta de la catedral de Albarracín.
Trabajos de restauración del retablo de la Parroquieta de la catedral de Albarracín.
Heraldo.es

La catedral de Albarracín, completamente restaurada en su vertiente arquitectónica, recupera también una pieza clave de su patrimonio de arte mueble, el retablo de la Parroquieta –una capilla del templo catedralicio que en el siglo XVIII se adaptó para su uso cotidiano como parroquia–. La adecuación, incluyó la incorporación al retablo original, del siglo XVI y de estilo renacentista, de una hornacina y un sagrario ajustados al gusto del siglo XVIII en sustitución de las tablas pintadas genuinas.

El retablo, en proceso de restauración por la Fundación Santa María dentro del curso especializado que celebra anualmente, recupera las pinturas del siglo XVI, deterioradas por la suciedad, el paso del tiempo y las lagunas derivadas de repintados posteriores.

Sin embargo, la pintura de la estructura arquitectónica conservará el repintado posterior porque, según la Fundación Santa María "tiene una calidad técnica correcta y es anterior al siglo XVIII", lo que la convierte en una intervención "de carácter histórico". El comunicado aclara que el estado de conservación de la capa pictórica del siglo XVI se desconoce al quedar oculta.

El curso, dirigido por Ignacio Barceló, profesor de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Escultura de Valladolid, es de carácter eminentemente práctico y cuenta con 10 alumnos con el grado universitario terminado.

El retablo se construyó en el siglo XVI, pero incluye añadidos posteriores.
El retablo se construyó en el siglo XVI, pero incluye añadidos posteriores.
Heraldo.es

Durante la intervención se han detectado "una serie de actuaciones" que "comprometieron el estado de conservación de la obra". Entre los principales achaques de la estructura y su contenido pictórico, destaca la erosión "generalizada" de las pinturas y los repintes "que desvirtuaban por completo la calidad técnica" de las escenas. Los añadidos ocultaban la policromía original, que ha podido ser recuperada para mostrar "el cromatismo que el artista quería". Recientemente, se recuperó también la tabla del ático, que representa un calvario y se colocó en su lugar.

Todas las actuaciones se han regido por los criterios autorizados por las instituciones nacionales e internacionales competentes en la materia. Estos cursos se organizan en colaboración con el INAEM (Instituto Aragonés de Empleo), y el IPCE (Instituto de Patrimonio Cultural de España).

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