Alrededor de 200 agentes evitarán que haya aglomeraciones en la No Vaquilla de Teruel

Sin Vaquilla, pero con la misma vigilancia policial que si la hubiera. Así transcurrirá en la capital turolense el próximo fin de semana, cuando se habrían celebrado los días grandes de las Fiestas del Ángel de no ser por la pandemia de coronavirus. Las fuerzas de seguridad se ocuparán en este caso de que no se formen aglomeraciones que puedan provocar un aumento de los contagios, dando al traste con todo lo conseguido en la lucha contra la covid.

Alrededor de 200 agentes patrullarán por las calles de Teruel desde este viernes, 9 de julio, al lunes siguiente, 12 de julio. Este dispositivo especial, que controlará aforos en bares y restaurantes así como en espacios urbanos, ha sido coordinado por el Ayuntamiento de Teruel y la Subdelegación del Gobierno, cuyos representantes han celebrado este martes la última junta de seguridad antes del inicio de la que se ha dado en llamar No Vaquilla.

A los 40 policías locales y 115 policías nacionales que hay en Teruel y que trabajarán por turnos durante todo el fin de semana, se sumarán 15 agentes del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), una unidad de élite especializada en garantizar el orden público. Además, la Guardia Civil de Tráfico controlará todos los accesos y salidas de la ciudad para que nadie en situación de embriaguez o con drogas pueda circular con un vehículo. Trabajará también en esos días una unidad cinológica y un grupo especializado en evitar robos de carteras, mientras que un helicóptero con policías sobrevolará la capital provincial para prevenir cualquier problema.

Uno de los días que preocupa al Ayuntamiento de Teruel es el sábado, 10 de julio, cuando en circunstancias normales un peñista hubiera trepado por la columna del Torico para poner el pañuelo al astado de bronce, dando comienzo a los tres días de Vaquilla. En su lugar, se ha organizado un acto simbólico en el que 60 invitados podrán ver desde sus respectivas sillas cómo un camión con cesta eleva hasta el Torico a algunos peñistas de El Agüelo elegidos para dicho cometido. Aunque mucho más calmado que el festejo original y de apenas 20 minutos de duración, el acontecimiento podría convertir a la plaza más emblemática de Teruel en punto de encuentro de vecinos y visitantes.

Se teme también que el ocio nocturno –el año pasado inexistente– pueda generar problemas en las zonas de bares y en el centro de la ciudad, así como que muchos turolenses opten por organizar fiestas en entornos naturales y localidades cercanas a la capital.

Tanto la alcaldesa, Emma Buj, como el subdelegado del Gobierno en Teruel, José Ramón Morro, han hecho este martes un llamamiento a la población para que sea “prudente y responsable”. El aviso ha estado dirigido especialmente a los jóvenes, que están sufriendo ahora la mayor incidencia de covid. “Es importante seguir con la mascarilla allí donde sea necesario y guardar la distancia social, si queremos pasar un buen verano”, ha subrayado Buj. La alcaldesa ha explicado que, en aras a que la No Vaquilla transcurra “con calma”, el Ayuntamiento no ha programado esos días ni un solo acto cultural.

Por su parte, José Ramón Morro ha advertido de que, “si no queremos que siga el ascenso del número de contagios, debemos continuar cumpliendo estrictamente las medidas de prevención”. El subdelegado del Gobierno ha afirmado que los servicios policiales no han detectado, al menos por ahora, que grupos de gente de otras ciudades tengan previsto venir a Teruel.