El secretario territorial de Chunta Aragonesista en las comarcas turolenses, José Manuel Salvador, y el portavoz de esta formación política en el Ayuntamiento de la localidad zaragozana de Caspe, Rafael Guardia, han denunciado el “lamentable” estado de la pista de 22 kilómetros que comunica Alcañiz y Caspe con el embalse de Civán, una obra hidráulica que inunda parte de los términos municipales de ambas localidades.

La formación nacionalista destaca que la pista conduce a tres de los yacimientos arqueológicos más importantes del Bajo Aragón. Uno de ellos es El Cascarujo, que constituye la mayor necrópolis de la Ruta Íbera del Bajo Aragón, con más de 100 túmulos funerarios de los siglos VII al V antes de Cristo; las pinturas rupestres del Abrigo del Plano del Pulido; y el yacimiento de la Loma de los Brunos, que incluye un poblado y una necrópolis de los siglos VI y V antes de Cristo.

CHA añade que el camino es también muy utilizado por pescadores que acuden a practicar su deporte favorito a parajes del río Guadalope, así como por agricultores y ganaderos que tienen sus explotaciones agropecuarias en la zona.

Por este motivo, Chunta Aragonesista ha presentado una iniciativa en el Senado a través de Carles Mulet, senador de Compromís. Ambas formaciones políticas, afines en ideología, fueron juntas en varias comunidades autónomas en las últimas elecciones generales y de ahí parte la colaboración mutua. 

CHA reclama a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), titular de la pista, que tome las medidas necesarias para impulsar su rehabilitación lo antes posible, pues circular por este camino, plagado de baches, sin señales horizontales y carente de capa asfáltica en varios tramos, “es un auténtico calvario”.