El cierre de la térmica de Andorra hace ahora poco más de un año –dejó de producir en febrero de 2020– ya está teniendo consecuencias directas y positivas en el medio ambiente. Su clausura ha hecho que caiga en picado el nivel de emisiones de dióxido de carbono o CO2 en la provincia de Teruel, en la que, si bien existen algunas otras grandes empresas cuya actividad también afecta a la calidad del aire, el mayor peso contaminante recaía en las instalaciones de la central de generación eléctrica.

Mientras en 2019 la provincia de Teruel emitió algo más de 1,7 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, en 2020 la cifra global se redujo a 298.034 toneladas, un 86% menos que el año anterior, cuando la central térmica estuvo funcionando los doce meses. La planta de generación de electricidad ya venía disminuyendo su actividad en los últimos años, pues solo así se explica que en 2008 la provincia lanzara al aire un total de 6,1 millones de toneladas de dióxido de carbono, uno de los gases a los que se atribuye el temido efecto invernadero.

A pleno rendimiento, con sus tres grupos de producción operativos, la térmica de Andorra quemaba diariamente alrededor de 15.000 toneladas de carbón. En la última etapa de su actividad, las instalaciones solo funcionaban 3.000 de las 8.700 horas con que cuenta un año.

Los datos de emisiones han sido recogidos por el grupo de científicos y técnicos que integran la oenegé independiente Observatorio de la Sostenibilidad (OS), que acaba de hacer público un informe sobre descarbonización en Europa, España y las Comunidades Autónomas durante 2020. Según revela el trabajo, el descenso de emanaciones de dióxido de carbono por parte de las grandes empresas ubicadas en Teruel es, por provincias, el más fuerte de todo el país. Y este desplome responde, "sobre todo", al cierre de la térmica, explican quienes firman el estudio.

Uno de los autores del documento, Fernando Prieto, considera que la brutal caída de emisiones contaminantes a la atmósfera "es una buena noticia". "Significa que Teruel y todo el país avanzan hacia un futuro más sostenible", subraya. El investigador señala que la térmica de Andorra era una de las empresas "más potentes en emisión de CO2" en el conjunto de España.

Sin restar importancia al beneficio ambiental, los secretarios de UGT y CC. OO. en Teruel, Alejo Galve y Pilar Buj, recuerdan que lo urgente ahora es que el Gobierno concrete las ayudas a las empresas que decidan instalarse en la zona generando el empleo destruido con el cierre de la térmica, tal y como se prometió. "Deben llegar proyectos para que la gente no tenga que irse", subraya Galve. Buj, por su parte, lamenta que la caída de la contaminación "haya tenido que venir ligada al desplome laboral y poblacional". "Comisiones Obreras apuesta por la descarbonización, pero no de esta manera, matando a una comarca", agrega la responsable sindical.

El estudio no incluye las emisiones conocidas como difusas, aquellas generadas por el transporte, los sistemas de calefacción doméstica, la agricultura y las pequeñas empresas, y se centra en la contaminación por las grandes industrias. Se apoya en bases de datos oficiales del Mercado de Emisiones en Europa y del Registro Nacional de Emisiones en España. El país disminuyó los gases que inciden en el calentamiento global entre 2019 y 2020 un 35%, mientras que Europa lo hizo un 17%. En el mismo plazo, Aragón logró bajar sus emisiones un 34%, convirtiéndose en la cuarta comunidad autónoma con mayor descenso, por detrás de Baleares (-44%), La Rioja (-40%) y Madrid (-38%).