infraestructuras sanitarias
Los cerramientos del hospital de Teruel estarán en obras en mayo para concluir en dos años
El lote más importante recaerá ahora en Levantina y Vilor por 31,39 millones. La UTE desplegará 106 trabajadores y hará un exhaustivo control por simulación digital.
El lote de obras más importante y de mayor cuantía del futuro hospital de Teruel, el que incluye los cerramientos y la tabiquería, estará finalmente en obras el próximo mes de mayo tras haberse repetido el concurso como consecuencia de la negativa del primer adjudicatario a asumir el encargo. El Servicio Aragonés de Salud ha seleccionado la oferta presentada por la Unión Temporal de Empresas constituida por Levantina, Ingeniería y Construcción y Contratas Vilor, que asumirá la obra por 31,4 millones de euros con el compromiso de acabar en el verano de 2023.
La nueva adjudicación supondrá un ahorro de 1,5 millones sobre el precio de licitación, aunque las arcas públicas tendrán que desembolsar realmente 819.837 euros más de la cuantía por la que se firmó el primer contrato en 2019 con Rubau y Eurofinsa al tener que proceder a la actualización de precios.
Las primeras adjudicatarias se negaron a comenzar los trabajos y exigieron más dinero a la Administración porque no les salían los números con la baja económica que habían hecho en su momento, lo que ha bloqueado su ejecución desde entonces.
Tras la rescisión, que conllevará la retención de las garantías como penalización, la DGA podrá hacer efectiva la adjudicación definitiva a lo largo del mes de abril tras lograr el dictamen del Consejo Consultivo y luego dar los preceptivos quince días para que se pueda recurrir.
Los responsables del Salud indicaron en su momento que la repetición de este contrato, que incluye también las cubiertas, los solados, los falsos techos y la carpintería interior y exterior, no impedía seguir avanzando. Este ha sido el caso del primero de los lotes, el de cimentación y estructura, mientras que los cinco restantes, centrados en las instalaciones, dependen en buena medida del que ahora comenzará: los de electricidad, climatización y fontanería, gases medicinales, sistema contra incendios y ascensores. Su construcción se alargará, como mínimo, hasta la primavera de 2023.
Con el cronograma que debe cumplir la UTE Levantina y Vilor, las fachadas y cubiertas del hospital estarán terminadas, como muy tarde, en marzo del próximo año. En el presupuesto de ejecución material se detalla que la partida de mayor importe corresponde a la albañilería y aislamientos interiores (5,2 millones), seguida por la de fachadas (3,6), solados (3) y las carpinterías exterior e interior (2,8 y 2,2, respectivamente). A estos importes hay que sumarles los gastos generales (13%), el beneficio industrial (6%) y, finalmente, aplicarle el IVA (otro 21%).
La mesa de contratación tuvo que estudiar y valorar tres ofertas en el nuevo concurso de la obra civil del hospital, aunque la presentada por Viales y Obras Públicas no superó el umbral mínimo de puntuación requerido y no continuó el proceso selectivo. Finalmente, la UTE se impuso sobre la propuesta de Construcciones San José tanto en la oferta técnica como económica.
Una de las ventajas es su propuesta de "uso intensivo de tecnología BIM" (Building Information Modeling), consistente en la creación de simulaciones digitales de todo el proceso de la obra. Con ello, indican los técnicos del Salud, no solo se podrán mejorar los procedimientos constructivos y la documentación generada durante la obra, sino que será "útil para facilitar los trabajos de mantenimiento del nuevo hospital a lo largo de su uso".
Las contratistas avanzaron la intención de desplegar a 106 trabajadores para acometer el cronograma de la obra civil, que tiene como punto crítico las cubiertas y cuyo desarrollo se coordinará con el resto de lotes.
