"Pido a los políticos sensatez con las empresas; son ellas las que crean empleo"

Si alguien ha creído en Teruel es este hombre, que levantó de la nada una gran empresa en la provincia, Ancar S. L., desde la que se mantiene a raya la vegetación que crece bajo los tendidos eléctricos de todo el territorio nacional y el sur de Francia. Y tiene una fórmula contra la temida despoblación: invertir en los bosques para conservarlos generando empleo en los pueblos.

Más de 350 trabajadores –el 90% fijos– en una provincia muy vacía que históricamente no ha sido la más atractiva para la iniciativa privada. ¿Hay truco?

Ninguno. Tampoco hay secretos. Sí es cierto que he intentado rodearme de los mejores profesionales y, con ellos, todo es más sencillo. A las personas hay que exigirles responsabilidades y marcar objetivos, pero también darles autonomía y herramientas para que los puedan conseguir.

¿Ha tenido que hacer malabarismos para mantener la plantilla en tiempos de pandemia?

A todos nos ha afectado. Hemos tenido que poner en marcha protocolos anticovid y seguir las normas de seguridad, pero debido a que nuestro trabajo está en el campo y a que nuestros equipos son estables y formados por un máximo de cinco miembros, ha sido más fácil cumplir con las medidas sanitarias recomendadas.

Sus empleados realizan trabajos forestales de riesgo y su empresa acaba de ser distinguida por entidades públicas y privadas por considerar la formación de los trabajadores como un pilar básico de la actividad. ¿Es rentable invertir en seguridad laboral?

Rotundamente, sí. Hacemos cada año un esfuerzo para invertir en la formación específica del personal. Logramos profesionales concienciados para ejecutar su trabajo pensando en la seguridad como el motivo más importante de su actividad. Con este planteamiento hemos podido acceder a nuevos contratos y clientes, no solo manteniendo, sino incrementando el empleo.

Trabajan en toda España y en el sur de Francia. ¿Les costó expandirse desde una pequeña provincia de interior?

No fue fácil, pero creamos un sistema de zonas que dio un resultado excelente. Cuando se consigue el trabajo necesario en una zona, abrimos una oficina con un equipo técnico al frente que gestiona la labor y procura nuevos contratos.

¿El bosque turolense está cuidado?

Los bosques turolenses, la mayoría de utilidad pública, necesitan de inversiones en medio ambiente. Si se hiciesen, lograríamos conservarlos en buen estado y, muy importante, generar trabajo en los pueblos para que la gente no se fuese a la ciudad a por el sustento.

¿Cuál es su hoja de ruta para salir de la crisis que ha traído la covid?

A la covid hay que tenerle respeto, pero no podemos dejarnos llevar por el pánico y abandonar todo. Dentro de lo posible, debemos poner si cabe más interés y trabajar más duro todavía. A nuestros dirigentes políticos les pido que obren con responsabilidad con las empresas, pues son ellas las que crean los puestos de trabajo tan necesarios.

¿Qué lección extrae de la situación de incertidumbre que vivimos?

Que nadie está exento de nada ni por encima del resto, que todos somos necesarios y debemos empujar en la misma dirección para lograr cualquier meta. Toca ser responsables y cumplir cada uno con nuestra parte.

¿Qué le pide a 2021?

Salud. Que seamos capaces de ganar la batalla a la covid. También, que sea un año de oportunidades, en el que se ejecuten los proyectos y las inversiones sean las acertadas.