Miravete de la Sierra, el pequeño municipio del Maestrazgo que se hizo famoso en 2008 con la campaña "El pueblo en el que nunca pasa nada", está de estreno con el primer punto de recarga para coches eléctricos de la comarca, tras la capital, Cantavieja. El dispositivo se acaba de estrenar y el Ayuntamiento confía en que debido a la escasez de electrolineras se convierta en un motivo para visitar la localidad. 

Montar el punto de recarga ha costado 10.000 euros y el equipo aprovecha la instalación eléctrica de la cercana piscina municipal para abastecerse. El alcalde, José Listo, señala que la "cultura" del coche eléctrico está en expansión y eso genera una demanda de recargas de la que se puede aprovechar Miravete. Listo añade que los principales beneficiarios de este "reclamo" pueden ser el mulstiservicio local y el hotel de la Casa del Cura, que cuenta con un nuevo gestor. 

El alcalde explica que los coches eléctricos requieren de puntos de recarga relativamente cercanos para poder rellenar las baterías y hacer largos viajes. Las paradas para reabastecerse de electricidad son prolongadas con la tecnología actual, lo que puede favorecer las detenciones largas y las visitas por el pueblo. 

En cualquier caso el dispositivo de carga no está pensado para la demanda local, porque en la localidad están censados 31 vecinos, pero la mayoría no vive en el pueblo todo el año.