La carretera N-234 (Sagunto-Burgos) a la altura del puente de Caparrates, que constituye el acceso sur a la capital turolense, ha sido reabierta este jueves al tráfico tras tres meses cortada por obras de reparación en uno de los taludes, que había quedado gravemente dañado por las intensas lluvias caídas la pasada primavera.

Los vecinos de las urbanizaciones Aguanaces y Valdelobos, afectados por el cierre de la vía desde el pasado mes de septiembre, han celebrado la recuperación de la conexión rodada con la ciudad, pero denuncian que las obras, que estuvieron precedidas por un periodo de seis meses en los que uno de los carriles del puente estuvo cerrado, "han durado demasiado tiempo".

Un vecino, Juan Pobo, ha afirmado que la situación ha sido "un calvario", pues para llegar a sus casas han tenido que dar un rodeo por la autovía A-23 de 20 minutos en coche o bien adentrarse por los caminos de tierra en muy  malas condiciones que recorren la zona. "Si una entrada a Madrid, Barcelona o Zaragoza tuviera que ser reparada, ¿podría estar cortada nueve meses?", se pregunta.

Otro de los afectados, Manuel Gómez, ha lamentado que la Administración "ni siquiera rellenó con arena los baches de las pistas forestales, lo que hubiera facilitado, mínimamente, el tráfico".  Otro vecino, Gustavo Bellido, ha señalado que el tiempo en que la vía ha estado cortada total o parcialmente "se nos ha hecho eterno".