Teruel tiene 11 áreas degradadas que suman 2.009 viviendas y que precisan rehabilitación

Teruel presenta once áreas residenciales degradadas que suman 2.009 viviendas y que requieren de su rehabilitación para corregir deficiencias arquitectónicas, urbanísticas, de eficiencia energética y de accesibilidad o por su deterioro paisajístico. El avance del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que entra en fase de información pública, delimita las áreas en las que son precisas actuaciones de «rehabilitación edificatoria, regeneración o renovación urbanas» por ser espacios «con procesos de obsolescencia o degradación del tejido urbano, del patrimonio arquitectónico o de ambos».

El principal candidato a área de regeneración y renovación urbana (ARRU) es el Arrabal, que aunque en los años noventa del siglo XX fue objeto de un área de rehabilitación integral (ARI), está «en proceso de degradación por el abandono de la población original y su sustitución por población mayoritariamente inmigrante». La oficina redactora del PGOU considera que este barrio, que aglutina a 615 viviendas, presenta «signos de vulnerabilidad urbana que deben ser reconducidos». Propone «recuperar» el parque residencial respetando «las señas de identidad» de la zona. Considera que el número de viviendas podría incrementarse en 107, todas en pisos.

La presidenta de la Asociación de Vecinos del Arrabal, Estíbaliz Tolosa, coincidió en la necesidad de rehabilitar el parque residencial del barrio. «Hay casas muy antiguas, sobre todo cerca de la calle Mayor, que si hubiera ayudas los propietarios podrían rehabilitar». Tolosa recordó que se trata de uno de los barrios «más antiguos» y «se ha quedado viejo».

Otra zona degradada y extensa es el entorno de la plaza de la Judería, en el Centro Histórico. Aunque su «trama urbana de origen medieval» es de interés patrimonial, sufre un proceso de «degradación» y un fenómeno de abandono similares al Arrabal. Cuenta con 411 viviendas, una cifra que el nuevo PGOU plantea incrementar hasta 527. Un área cercana a la de la Judería, la de la calle la Parra y sus inmediaciones, sufre una problemática idéntica que afecta a un conjunto de 271 viviendas.

Otros espacios degradados a rehabilitar son los grupos Padre Polanco y Generalísimo –conocido como las Casas Baratas–, ambos en la carretera de Alcañiz; la zona de Cuevas del 7; el entorno de la Torre de la Bombardera así como el tramo de edificios entre esta fortificación y la calle del Tozal; los Bloques Segarra, entre el parque de Los Fueros y la avenida de Sagunto; el grupo Obra Sindical, entre la avenida de Aragón, la avenida de Sagunto y la carretera de Castralvo; y el grupo La Paz, junto a la avenida de Aragón.

En su mayoría se trata de promociones de los años cincuenta, sesenta y setenta del siglo pasado mal integradas en el entorno y con graves deficiencias de accesibilidad y eficiencia energética. La zona de Cuevas del 7 fue, al igual que el Arrabal, objeto en 2006 de un ARI, pero aún así presenta «un importante grado de degradación» edificatoria y paisajística hasta el punto de ser uno de los espacios urbanos más deteriorados.

El avance del PGOU señala que las intervenciones en las áreas deprimidas podrían ser de rehabilitación y regeneración –mejoras en la urbanización de espacios públicos y reparación y modernización del parque inmobiliario privado– o en la renovación –la demolición de edificios irrecuperables y su sustitución por nuevas construcciones, además de mejoras en el entorno público–. El avance del planeamiento no específica qué tipo de acción debe acometerse en cada ARRU, una decisión que queda pendiente de los correspondientes informes de situación y viabilidad económica.