Los 2,4 millones de remanentes acumulados por el Ayuntamiento de Teruel se destinarán en un 66% a la realización de obras que ya disponen de proyecto. En total, se dedicarán a inversiones 1,6 millones de euros, mientras que el resto –762.515 euros– se orientará a distintas líneas de ayudas y subvenciones. También habrá pequeñas partidas que suman 57.604 euros para otros gastos.

El reparto, consensuado este viernes en la Comisión de Hacienda, incluye como principales obras, la reparación del Cementerio Municipal con 459.776 euros, la urbanización de la calle Los Molinos con 305.070, la construcción de un colector de aguas pluviales en la calle El Carmen con 237.828 y la tercera fase de la restauración del alfar de los hermanos Górriz con 100.000.

Otras partidas menores de inversión son los 78.986 euros para expropiaciones en el barrio Jorgito, 65.090 para la reforma del parque infantil de tráfico y 35.251 para una tala de chopos que presentan riesgo de caída en la ribera del Turia.

Respecto al capítulo de ayudas, destacan los 225.000 euros para la subvencionar alquileres o hipotecas de locales comerciales, los 250.000 euros para asumir intereses de los préstamos ICO y los 163.515 de una subvención extraordinaria para la empresa concesionaria del autobús urbano. El Ayuntamiento incrementará en 65.000 del desembolso para bonos de compra en el comercio local y el área de Servicios Sociales dispondrá de 50.000 euros para ayudas al alquiler.

El reparto se consensuó ayer en la Comisión de Hacienda del Ayuntamiento y deberá someterse a la aprobación del pleno que se celebrar el próximo miércoles. En la justificación de la asignación de los remanentes, se señala que las inversiones corresponden a obras con proyectos redactados y que, por lo tanto, pueden licitarse de inmediato, con lo que se estimulará la actividad económica de la ciudad y se mejoran sus infraestructuras y equipamientos.

Desde que el Gobierno central levantó a las administraciones locales la prohibición de consumir los remanentes impuesta dentro de la política de estabilidad presupuestaria, el Ayuntamiento puso en marcha un proceso de negociación para pactar el destino de los 2.394.457 euros ahorrados con el objeto de paliar los efectos de la pandemia. Tras varias reuniones de la junta de portavoces para negociar una distribución de los recursos, ayer se alcanzó un acuerdo.

El Ayuntamiento destinará 70.000 euros a la redacción de proyectos en previsión de que llegue la financiación en el futuro para acometerlos. En la documentación de la Comisión de Hacienda, se señala que la partida orientada a subvenciones pretende mitigar los efectos de la covid-19 con ayudas directas a los ciudadanos, a las pequeñas empresa y a los autónomos o con la firma de convenios con el mismo fin.

El gasto extra de los 2,4 millones se aprobará como una modificación del presupuesto de 2020, en unos casos con la aparición de nuevas partidas, como las destinadas a reparar el Cementerio o a subvencionar alquileres e hipotecas, o como suplementos de partidas ya existentes, como en los casos del alfar de los hermanos Górriz, la urbanización de la calle Los Molinos o la subvención al autobús.

La inyección extra de financiación supone un incremento del presupuesto de 2020 –de 37,5 millones de euros– del 6,4%. La inversión de los remanentes se suma a una modificación presupuestaria a probada por unanimidad el pasado mayo –con los votos de PP, PSOE, Cs, PAR, Vox, CHA, Ganar y Espacio Municipalista– que redirigió 730.000 euros a paliar los efectos de la crisis sanitaria.