Teruel

El aeropuerto de Teruel triplicará su espacio tras alcanzar el lleno en solo siete años

El próximo diciembre habrá en la campa 120 aviones, el tope de su capacidad, nunca alcanzado hasta ahora

Teruel
Trabajos de movimiento de tierras durante esta semana para ampliar las instalaciones del aeropuerto, ahora con 113 aviones.
Jorge Escudero

El aeropuerto de Teruel, en la pedanía de Caudé, se ha quedado pequeño. Sus 100 hectáreas de estacionamiento alcanzarán el lleno total a finales de este año sumando, por primera vez, 120 aviones -ahora hay 113-. En solo 7 años de vida, ha agotado su espacio y en estos momentos es el complejo aeroportuario de Europa con más grandes aeronaves aparcadas.

Su acelerado crecimiento tiene al Gobierno aragonés concentrado en la tramitación de una ampliación que incrementará la superficie total del aeropuerto en otras 200 hectáreas, lo que supondrá triplicar el espacio con el que contaba originalmente. La DGA calcula que en el horizonte de tres años será una realidad esta iniciativa, enmarcada en la figura de un Plan de Interés General de Aragón (Piga) para poder agilizar los plazos.

Mientras, el aeropuerto está inmerso en nuevas obras para poder dar respuesta a toda la demanda que registra. Como explica el director de las instalaciones, Alejandro Ibrahim, solo este año, su facturación ha crecido un 20%, frente a la caída de un 60% que han registrado otros complejos aeroportuarios. La pandemia y el consiguiente parón del transporte aéreo de pasajeros han hecho todavía más necesarios los servicios que se prestan desde Teruel: estacionamiento, conservación y reciclaje de aeronaves de larga estancia. No hay otro aeropuerto en España especializado en esta labor y en el mundo son muy pocos.

Se trata, como destaca el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno aragonés, José Luis Soro, del mayor impulso dado al aeropuerto en su corta historia, con más de 25 millones de euros de inversión ya en ejecución. Está en marcha la construcción de un hangar para pintar aviones y la de tres naves para pequeñas aeronaves, así como la extensión de la campa de estacionamiento

Con todo, la obra más destacada es la edificación de un hangar con capacidad para dos Airbus A-380, el avión de pasajeros más grande del mundo. Creado en los años 80 y tras 20 años de vuelo, a este modelo de aeronave se le está intentando dar una salida medioambiental con un correcto desmantelamiento, y el de Teruel es un aeropuerto único en cuanto a la "progresión e intensidad del reciclaje", señala Ibrahim. Nueve de estos gigantes de la aviación, 7 de la compañía alemana Lufthansa y 2 de Airfrance, permanecen allí estacionados.

Unas 250 personas trabajan en las distintas empresas instaladas en el aeropuerto, una cifra que, como mínimo, se duplicará cuando todas las infraestructuras y equipamientos ahora en construcción se pongan en funcionamiento.

Más de la mitad de los puestos de trabajo, un total de 160, pertenecen a Tarmac Aragón, el principal operador del aeropuerto al ser el concesionario de la actividad de conservación y desmantelamiento de aviones. Su director, Pedro Sáez, señala que sus empleados proceden de toda la geografía nacional, pero en mayor medida son turolenses que han encontrado en el aeropuerto su proyección profesional. Ocupan, entre otros, los puestos de ingeniero, técnico en mantenimiento de aviones, certificador, administrativo u operador de logística.

Para Sáez, Tarmac Aragón –subsidiaria del grupo francés filial de Airbus Tarmac Aerosave– ha dado un fuerte empujón a la creación de empleo en Teruel y localidades próximas, pues a los 160 puestos directos habría que sumar otros 600 indirectos de compañías que prestan servicio e instalaciones a Tarmac.

El consejero José Luis Soro considera que la actividad del aeropuerto está asentando población y recuerda que las instalaciones han abierto sus puertas a un nuevo e ilusionante proyecto, los vuelos de pasajeros de hasta 19 personas, un servicio que igualmente se pone a disposición del sector.

"Es un motor económico para toda la comarca"

El director del aeropuerto de Teruel, Alejandro Ibrahim, valora que la actividad desarrollada en estas instalaciones se ha convertido en un "motor económico" de primer orden para la capital turolense y todo su entorno de influencia. Al estacionamiento y conservación de aeronaves a cargo de Tarmac se suman ahora las obras de construcción de nuevos equipamientos, en las que trabajan un centenar de personas. "El territorio está notando el impacto positivo", asegura.

Para la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, el aeropuerto se ha convertido en una "seña de identidad" para la ciudad. Explica que esta "singular" infraestructura en Europa "distingue a Teruel" y ya es "un proyecto de futuro para el municipio" al estar en marcha inversiones que darán sus frutos en el plazo de dos o tres años.

Buj admite que nadie habría imaginado que Teruel fuera a ser conocida en el ámbito de la aviación, pero que, finalmente, este fenómeno se ha producido. Recuerda que también están dando promoción a la ciudad los más de 40 anuncios publicitarios que ya se han grabado en el aeropuerto y a los que este verano se sumó el rodaje del largometraje ‘García y García’, con Pepe Viyuela y José Mota. Según destaca, también esta actividad genera beneficios, pues actores y equipos técnicos pernoctan en hoteles o en pisos de alquiler y contratan taxis para desplazarse al aeropuerto

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