Las incineraciones se triplicaron en Teruel en los dos primeros meses del coronavirus

El horno crematorio del cementerio de Teruel, explotado por la empresa Alvia, multiplicó por tres el número de incineraciones durante los dos primeros meses de la pandemia del coronavirus, según los datos facilitados por la concesionaria. Durante los pasados marzo y abril, el número de cremaciones pasó de las 44 de 2019 a 133, lo que supone un incremento del 202%.

El incremento del funcionamiento del crematorio de la capital turolense se debió a un mayor ritmo de defunciones derivado de la covid-19, pero también a que aumentó el porcentaje de incineraciones respecto al total de fallecimientos –comparado con una situación de normalidad– y al traslado de cadáveres de otras provincias cuyos hornos estaban saturados por la epidemia.

La actividad ha tendido a normalizarse durante el mes de mayo, con una media de una cremación diaria, una cifra que, según la empresa gestora, supone la recuperación de "cierta normalidad". La compañía funeraria justifica los traslados de féretros de otras provincias. Un portavoz de Alvia explica que, "para dar respuesta a las familias de los fallecidos, se puso a su disposición la posibilidad de cremar fuera de su comunidad para reducir tiempos de espera".

El incremento del ritmo de defunciones por la pandemia ha obligado al Ayuntamiento a poner en marcha por la vía de "emergencia" una ampliación del cementerio. El proyecto, que supondrá una inversión de 380.780 euros, permitirá construir 273 nichos y tres columbarios con capacidad para 112 urnas funerarias. Las obras, contratadas con la empresa Edificaciones y Reformas Construirte SLU, tienen cuatro meses de plazo de ejecución.

La concejala de Cementerios, Ana Oliván, explica que, ante las restricciones a la celebración de funerales derivadas del estado de alarma, numerosas familias, tras la incineración de sus deudos, guardan las urnas funerarias a la espera de que se flexibilice la asistencia a los entierros para llevarlas al cementerio .